El Viaje Hacia La Navidad Muestra

Una Interrupción gloriosa

Hoy reflexionamos sobre el segundo capítulo del evangelio de Lucas, donde nos encontramos con un grupo de pastores; las primeras personas que participan en el drama del nacimiento de Jesús.

Imagina la escena. Los pastores estaban haciendo lo que hacen los pastores – vigilar sus ovejas – cuando aparecen los ángeles. Un día normal de repente se convierte en un día extraordinario... ¡por no decir aterrador!

Vemos este patrón a lo largo de la Biblia. Dios interrumpe a las personas mientras realizan sus tareas ordinarias. Mateo estaba en su puesto de recaudación de impuestos cuando Jesús pasó y le dijo que lo dejara todo y le siguiera. El niño Samuel estaba durmiendo cuando Dios habló, de forma audible, en su habitación. Y Moisés también estaba vigilando a sus ovejas cuando una extraña zarza ardiente llamó su atención.

Al pensar en la forma en la que los pastores respondieron al anuncio del ángel, me pregunto: ¿hasta qué punto me dejo interrumpir? En medio del ajetreo de la Navidad, ¿cómo puedo estar más abierto a lo inesperado? 

Dios, te pido que me hables cuando menos lo espero.

Haz una pausa y ora 

Dios, te pido que hables a mis amigos, a mi familia, a aquellos que conozco y que necesitan oír "buenas nuevas de gran gozo". Mientras pienso en tres personas en particular en este momento, te pido que los interrumpas con las buenas noticias de Jesús en esta época de Navidad.

Haz una pausa y ora 

Los pastores se asustaron cuando el ángel les anunció el nacimiento de Jesús, pero su miedo se convirtió rápidamente en "gran gozo" cuando fueron a verlo por sí mismos. Un poco más adelante en este capítulo, Lucas escribe que "los pastores volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían visto y oído". La buena noticia se convirtió en un gran gozo para ellos y para "todo el pueblo" que la escuchó.

Dios, confieso que tengo miedo y ansiedad por muchas cosas, algunas grandes y otras tan pequeñas que me da vergüenza admitirlas. Pero me roban el "gran gozo". Te entrego todos mis miedos y ansiedades, Dios. Elijo confiar en Ti... ¡y hago sitio al "gran gozo" en esta Navidad!
Amén.