Dtox Integral, Preparados Para ÉlMuestra

D-tox tecnológico

Estamos viviendo en una generación muy acelerada, hiper conectada, con poca paciencia para esperar, siempre queremos todo ya, rápido, Pero todo lo que es bueno requiere su proceso. Hoy sufrimos males que en ninguna etapa de la humanidad fueron tan evidentes, como ataques de pánico, estrés, ansiedad, bipolaridad, diversos tipos de fobias y otros. 

En esta generación surgió algo llamado "nomofobia" que es el miedo a no estar conectado, específicamente a la internet. Nomofobia viene de la palabra en inglés "no mobile" o sea, sin celular. Mucha gente se desespera si no tiene su celular o si no está online. Un adolescente de hoy no puede entender cómo vivimos tantos años sin celular, sin computadores, sin internet. Es obvio que es un avance extraordinario, estamos en una muy buena etapa para llenar la tierra del conocimiento de Su gloria, el evangelio del reino se puede extender y conectar a todo el mundo de una forma mucho más práctica, directa y rápida a través de internet, pero tenemos que saber usarla para bien para no ser usados por las cosas, sino nos enviciamos, nos entretenemos y nos intoxicamos.

¿Cómo reconozco una intoxicación tecnológica? Algunos de los síntomas

• No poder estar sin tu móvil cerca

• Comprobar compulsivamente las notificaciones, todo el tiempo

• Estar pendiente de likes o seguidores

• Distraerte de las conversaciones con las personas físicas por estar hablando con otras, online

• Pasar mucho tiempo en juegos, mirando películas y series o simplemente no poder desconectarte

• Y otros más que el Padre te mostrará si este es tu caso

La hiperconexión externa, nos desconecta internamente, no nos permite concentrarnos, mientras que cuando apagamos todo lo tecnológico y accedemos a la “banda ancha” del cielo, todo se acomoda, CRISTO TRANSFORMA. Hay una guerra por nuestra atención, para que nos distraigamos; distraer, etimológicamente, significa atraer hacia dos lados diferentes, a sea, un tironeo mental entre dos pensamientos. Por eso te propusimos el SELAH, el tiempo de silencio y quietud, para que tu mente pueda volver a ser atraída por el que merece nuestra máxima atención. 

El rey Saúl tenía su mente dividida entre guardar su propia apariencia y la voz de Dios, lo primero lo distrajo de lo segundo y Dios lo reprendió a través de Samuel. Santiago nos advierte de cuidarnos de tener una mente dividida (ánimo, de alma, psique)

SELAH: desconéctate de todo lo que no sea imprescindible, cierra tus redes por un tiempo. Cuando te dispongas a orar y leer la Palabra, hazlo sin nada tecnológico que te distraiga. Si te es posible, haz un “ayuno de tecnología”, para retomar el dominio sobre todo ello.