Sé Asertiva… Contigo Y Con Los Demás Muestra
Dia 3 - Escúchate
Hablamos demasiado; tanto que no cultivamos el hábito ni el arte de escuchar. No escuchamos nuestros pensamientos, no escuchamos lo que nos hablan nuestros seres queridos ni las personas en nuestro entorno; no nos escuchamos, ni siquiera a nosotros mismos. Lo más triste es que nos quejamos de que Dios no nos responde, de que no nos habla, pero es que le hablamos, pero no callamos para escucharle. Hagamos silencio de vez en cuando. Atendamos cuando se nos habla. La Biblia nos invita a tomar tiempo para escuchar. Aprendamos a hacerlo.
Si nos escuchamos nos puede sorprender lo mucho que nos quejamos, sin darnos cuenta de que quejarse solo conduce a la infelicidad; es una pérdida de tiempo. Al quejarnos nuestras mentes se ocupan tanto con nuestros lamentos, que dejamos de pensar en Dios y su Palabra. Y más aún, quejarnos nos hace inútiles en el servicio a Dios. Una persona feliz puede ofrecer consuelo y ayuda a otros cuando ellos lo necesitan, pero el quejumbroso no tiene nada para consolar. Lo peor de todo es que la queja nos hace ingratos, y la Biblia considera la ingratitud como un pecado grave. Los creyentes quejumbrosos no tienen agradecimiento por las numerosas bendiciones que poseen; pero Dios espera que los creyentes estén agradecidos y le alaben por todo lo que Él les ha dado.
El apóstol Pablo tenía una actitud muy diferente. Pablo escribió: “He aprendido a contentarme con lo que tengo. Sé vivir humildemente y sé tener abundancia: En todo y por todo estoy enseñado […]” (Fil. 4:11–12) Había aprendido el secreto del contentamiento, cualquiera que fuera su lugar o circunstancia.
Dios es la única fuente de la felicidad verdadera; Él no necesita nada ni a nadie para hacerte feliz. Dios hace que los creyentes sean felices, tal como Él lo está. Esto es necesario porque ni tú ni yo somos lo suficientemente fuertes y buenas como para hacernos felices a nosotras mismas. Por eso, el Señor nos da todo lo que necesitamos; “de su plenitud recibimos todos, y gracia sobre gracia” (Jn. 1:16).
Ahora, repite esto, aparta la queja y escúchate una vez más:
Puedo ser feliz y estar siempre feliz, aunque tenga muy poco de lo que este mundo ofrece, porque tengo las bendiciones espirituales que vienen de parte de Dios. En Cristo tengo TODO lo que necesito.
Escritura
Acerca de este Plan
Desde que nacemos hasta que morimos, de una u otra forma, construimos relaciones. Por eso, el Creador mismo nos ha dado en su Palabra los principios fundamentales para que podamos hacerlo de una manera sana. En este plan de lectura, la autora comparte enseñanzas de vida, desde el corazón de una amiga, basadas en la comunicación y las relaciones interpersonales como parte importante en el desarrollo integral de la mujer.
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Nos gustaría agradecer a Dayna Monteagudo por brindar este plan. Para mayor información por favor visite: http://www.facebook.com/AutoraDaynaMonteagudo