Vencedores en la pruebaMuestra
OBSTÁCULOS Y ENCRUCIJADAS
“Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos” (Salmo 32:8).
El peregrinaje de un creyente está lleno de obstáculos, al punto que uno nunca sabe qué es lo próximo a lo que va a tener que enfrentarse. Sin importar cuán consagrado estemos, vivimos en un mundo caído, donde las enfermedades, los fenómenos de la naturaleza, las situaciones inesperadas y las crisis pueden alcanzarnos en la misma proporción que a cualquier otra persona. A veces la situación se pone tan difícil que podemos llegar a dudar de la posibilidad real de terminar nuestro viaje.Al fin y al cabo, no somos mejores que algunos que equivocaron el rumbo y naufragaron en su servicio. ¿Qué garantía existe de que lleguemos a puerto seguro? ¿Cómo saber si resistiremos a las impetuosas acometidas de la vida que están por llegar?
Hugh Hefner, el fundador de la revista Playboy y Harold Ockenga, eminente escritor y conferencista cristiano, fueron durante su juventud miembros del grupo de jóvenes de la misma congregación. Ambos profesaron su fe y amor por Jesús en un momento determinado, pero solo Harold perseveró en aquello que había creído. ¿Qué ocurrió con Hugh? ¿En qué parte del trayecto perdió la dirección? No sabría decirlo con certeza, pero una cosa es segura, tanto Hugh como Harold tomaron los derroteros que eligieron cuando se encontraron frente a sus propias encrucijadas. Al final, todo se trata de eso, de elegir correctamente, de no dudar en tomar la vía cristiana cuando se presenten varias opciones para transitar.
Como seres humanos no tenemos el control de todo lo que sucede alrededor de nosotros, pero somos responsables de lo que ocurre dentro de nosotros. No podemos chasquear los dedos y acabar con el adulterio en el mundo, pero podemos ser fieles a nuestros cónyuges. No podemos evitar coexistir con los envidiosos, o los fraudulentos, o los mentirosos, pero podemos decidir no ser uno de ellos. No podemos terminar con la apostasía moral y teológica, pero está en nuestras manos elegir por Cristo y la verdad.
Una de las cosas que más aprecio de ser cristiano es la libertad de elegir, la ausencia de camisas de fuerza y de grilletes que me aten obligatoriamente a una forma determinada de vida. Ser cristiano es eminentemente eso, decidir serlo, por lo que Dios es y por lo que él, con su gracia, ha hecho que seamos. No un cristianismo fabricado desde predisposiciones carnales, sino una fe aceptada tal cual la describe la Biblia. Si seguimos ese sacro mapa llegaremos al final anhelado.
La vida cristiana es como resolver un crucigrama. Hay que hacerlo poco a poco, alguna que otra laguna, dudas aquí y allá, ambivalencias y borrones. Y solo puede completarse si se persiste en hacerlo. La única forma de salvar el obstáculo y de encontrar el camino correcto al llegar a la bifurcación, es decidir seguir adelante. Resolvamos no claudicar, Dios se encargará de guiarnos por la senda adecuada.
“No perseverar es de cobardes” (Cicerón).
(Tomado del libro: Lecturas para Peregrinos, de Osmany Cruz Ferrer).
Escritura
Acerca de este Plan
La vida viene muchas veces con altas dosis de dificultades. La prueba, aunque no lo queramos, es inherente al propio proceso de vivir. Sin embargo, tenemos promesas infalibles de victoria sobre las dificultades. No estamos solos, Dios viaja con nosotros y nos da ayuda y seguridad. Solo a través de su Palabra podremos ser vencedores ante las muchas pruebas que nos sobrevendrán en este mundo.
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Nos gustaría agradecer a Como Jesús por proporcionar este plan. Para mayor información por favor visite: https://www.instagram.com/osmanycruz/?hl=es