El Lenguaje "Incomprensible" De DiosMuestra

Posturas ante las palabras de Jesús

Interpretar a Jesús exclusivamente desde la literalidad de Sus palabras lleva a error por diferentes razones, y no todas son de lenguaje. De hecho, las principales tienen poco que ver con él.

Quienes toman la decisión –conscientemente o no desde antes de escucharle siquiera– de que lo que dice no vale:

• aprovechan la literalidad de Sus palabras para cuestionarle, restarle autoridad y autojustificar su propia decisión de no seguirle. Dicho de otra forma, se agarran a Sus palabras precisamente para escudarse en su negativa a aceptar el evangelio.
• Sucedía con los judíos en tiempos de Jesús, como vemos en nuestra porción de Juan. Sigue pasando hoy con tantos ante lo que Jesús dice y no se quiere aceptar.
• Se hace desde ser políticamente correctos (“las personas tolerantes han de escuchar todas las posturas”), lo cual siempre es superficial, así que primero se cubren las espaldas “escuchando”, autoconvenciéndose así de su apertura, pero realmente nunca hubo tal cosa como un interés real por Jesús.
• Su mejor arma suele ser, de hecho, usar Sus propias palabras para menoscabarle y mostrarlo como un malvado, un loco o un tonto incomprensible (y a quienes le escuchan, por hacerlo, claro).
• Me temo que esta actitud no es sino una escucha deshonesta. La negativa está en la boca antes de haber captado el mensaje, lo que nos lleva a la raíz: ¿No será una cuestión de querer o no escuchar, más que de que las palabras sean incomprensibles?

Quienes, por otra parte, como Sus discípulos entonces y quizá nosotros hoy, tenemos una mejor disposición respecto a quien Jesús dice ser,

• ni siquiera con la mejor intención conseguimos entender verdaderamente Sus palabras,
• a no ser que enfoquemos Su mensaje de una forma distinta, desde arriba y no desde abajo,
• desde la espiritualidad y no desde la pura literalidad,
• desde la visión renovada que trae la claridad que solo viene de Dios.

Los discípulos que convivieron con Jesús tuvieron repetidas dificultades para comprenderle. Muchas palabras cobraron sentido tras la resurrección, como aquellas sobre la destrucción y reconstrucción del templo que era Él mismo, por ejemplo. Otras, sin embargo, eran mucho más obvias, pero tampoco las veían, como cuando Jesús hablaba de la levadura de los fariseos.

Nosotros tampoco lo hubiéramos hecho mejor, y nos recordamos lo vital de que el Espíritu Santo revele a Jesús con toda la profundidad de Su mensaje para nosotros cada día. ¿Y si empezamos a leer Sus palabras “desde arriba”?