Si El Mundo Te Está Observando... Dale Algo Bueno Para VerMuestra

En Tu luz veremos la luz.

“Porque nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y de salir a luz.” (Lc.8:17).

Esto es algo muy frecuente, culturalmente valoramos más la percepción que la realidad. Lo que significa que, con el fin de seguirle el ritmo a las tendencias del mercado, consciente o inconscientemente, proyectamos imágenes de perfección en la mente de los demás que requiere un encubrimiento constante de quiénes somos realmente. No nos digamos mentiras, en la era de las redes sociales nos hemos vuelto expertos en construir fachadas, capas externas que distan mucho de lo que hay realmente en el interior. Pues, es más fácil mantener en la oscuridad aquellas cosas que creemos puedan causar rechazo.

Para muchas personas, los modelos a imitar han llegado a ser las reinas de belleza, estrellas del cine, del deporte, la música y los ídolos populares (incluyendo a algunos tiktokeros evangelistas ruidosos). Pero cuanto mayor es nuestra fachada, menos amados somos de verdad. Porque cuando alguien ama una imagen que hemos creado y sabemos que no es realmente quien somos, no podemos recibir ese amor.

La maravillosa verdad que nos revela las Escrituras es que el camino para salir de la oscuridad siempre comienza mirando hacia la luz, pues la plenitud de la vida solo está disponible en la luz. Porque todo lo que experimentemos en la oscuridad es una mera sombra de lo que Dios tiene para ofrecernos en la luz. Cualquier placer que encontremos en la impureza, la mentira y el orgullo no es nada comparado con la inagotable satisfacción disponible para nosotros en la luz de Cristo.

Verás, nunca podrás escapar de la oscuridad, si la oscuridad es todo lo que buscas. Nunca podrás escapar del pecado, simplemente enfocándote en él o tratando de arreglarlo, sanarlo o liberarlo. La auténtica libertad viene cuando decides caminar hacia la luz y en la medida que esto sucede, te rindes a ella y abres, de par en par, todas las puertas de los cuartos oscuros de tu alma y corazón. Porque el fundamento de la verdadera libertad será siempre el encuentro con el Dios vivo.

Mi invitación hoy querido lector, es que permitas que Dios te ame en la circunstancia que estés viviendo en este preciso momento, y como quien habla con su mejor amigo/a, cuéntale a Jesucristo sobre el área de tu vida, que tú sabes está en tinieblas. Reconoce tu pecado y oscuridad ante Él, y pide perdón. Pide al Espíritu Santo que te ayude a seguir a Jesucristo mientras Él te guía fuera de la oscuridad:

“¡Cuán preciosa, oh Dios, es Tu misericordia!

Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de Tus alas.

Serán completamente saciados de la grosura de tu casa, Y Tú los abrevarás del torrente de tus delicias. Porque Contigo está el manantial de la vida;

En Tu luz veremos la luz ”(Salmo 36).

Medita en esto.