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Intencionalidad

“Este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, así como yo los he amado. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.” (Jn 15: 12-13)

Al pasar los días, los meses y los años, muchas parejas esperan que el romance simplemente ocurra, pero esto no siempre es así. La Biblia asegura que cada día trae consigo su propio afán, lo cual indica, que los jóvenes matrimonios no están exentos de las crisis o dificultades que aparecen de repente al interior de cada hogar, que en oportunidades no solo hacen mella en nuestra área emocional, sino también en la intimidad marital.

Pero hemos descubierto que la intencionalidad es la clave para reavivar el romance. En dos lugares la Biblia dice: “Maridos, amen a sus mujeres” (Ef. 5:25; Col. 3:19). Al margen de que estos textos están dirigidos a los esposos, no deja de ser un consejo práctico para las mujeres también.

En otras palabras, tanto Efesios como Colosenses, nos animan a amar de forma intencional todo el tiempo. La clave está en auto determinarnos a amar de forma constante, "Sigue amando a tu esposa" o "sigue atesorando a tu esposo" a pesar de los días grises, oscuros o malos (Ef. 6:13)

Lo maravilloso de ser intencional en el matrimonio, es que podemos ser flexibles cuando vemos que nuestra relación se ha desgastado y necesita un reajuste, redescubrirnos o simplemente avivar de nuevo el amor.

Debido a que el matrimonio es la mejor “Escuela” para crecer y madurar, también es el mejor lugar para emprender con el tiempo nuevas aventuras, como por ejemplo salir a caminar juntos, pasear en bicicleta, emprender un viaje a solas para celebrar el aniversario.

Con el tiempo descubrimos que la intencionalidad cambia nuestro corazón, Dios nos deja ver en retrospectiva que hemos invertido tanto en construir la relación de pareja como para desecharla cuando lleguen los tiempos difíciles, de dolor, frustración, enfermedad o perdidas.

Si observas con atención descubrirás que la Biblia nos bendice con algunas cosas que podemos hacer de forma intencional para fortalecer nuestro matrimonio:

Vivan en armonía unos con otros (Rom. 12:16)

Cuídense unos a otros (1 Cor. 12:25)

Sírvanse unos a otros con amor (Gál. 5:13)

No se hagan daño unos a otros con rencor (Gál.5:15)

No se provoquen ni se envidien unos a otros (Gál 5:26)

Perdónense unos a otros (Efe. 4:32)

No se odien unos a otros (Tito 3:3)

No se quejen unos de otros (Stg.5:9)

Oren los unos por los otros (Stg. 5:16)

Recuerda, si de forma “Intencional” aplicas estos "Unos a otros" sin duda alguna, no solo se verá más saludable tu relación, sino que también se fortalecerá con el tiempo.