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<div class="version vid210 iso6393spa" data-vid="210" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkEXO">
 <div class="chapter ch32" data-usfm="EXO.32">
 <div class="label">32</div><div class="p"> 1Viendo el pueblo que Mois&#233;s tardaba en bajar del monte, se presentaron en masa ante Aar&#243;n y le dijeron:</div><div class="p">&#8212;Anda, haznos un dios que nos gu&#237;e pues no sabemos qu&#233; le habr&#225; pasado a ese Mois&#233;s, el hombre que nos sac&#243; de Egipto.#Hch 7,40-41.</div><div class="p"> 2Aar&#243;n les respondi&#243;:</div><div class="p">&#8212;Quitad los pendientes de oro que llevan en las orejas vuestras mujeres, hijos e hijas, y tra&#233;dmelos.</div><div class="p"> 3Todos se quitaron los pendientes de oro de las orejas y se los llevaron a Aar&#243;n; 4este los recibi&#243; de sus manos e hizo con el oro fundido un becerro modelado a cincel. Entonces ellos exclamaron:</div><div class="p">&#8212;&#161;Israel, este es tu dios, el que te sac&#243; de Egipto!</div><div class="p"> 5Cuando Aar&#243;n vio esto, construy&#243; un altar delante del becerro y proclam&#243;:</div><div class="p">&#8212;Ma&#241;ana ser&#225; un d&#237;a de fiesta en honor del Se&#241;or.</div><div class="p"> 6Al d&#237;a siguiente madrugaron y ofrecieron holocaustos y sacrificios de comuni&#243;n. Despu&#233;s se sentaron a comer y beber y, al finalizar, se levantaron a divertirse. 7El Se&#241;or dijo a Mois&#233;s:</div><div class="p">&#8212;Desciende del monte, porque tu pueblo, el que t&#250; sacaste de Egipto, se ha pervertido. 8Muy pronto se han apartado del camino que yo les hab&#237;a indicado. Se han fabricado un becerro de metal al que adoran y ofrecen sacrificios al tiempo que proclaman: &#171;&#161;Israel, este es tu dios, el que te sac&#243; de Egipto!&#187;.#Dt 9,10-11.</div><div class="p"> 9El Se&#241;or continu&#243; diciendo:</div><div class="p">&#8212;Me estoy dando cuenta de que este pueblo es muy testarudo. 10D&#233;jame, pues, que descargue mi ira contra ellos y los aniquile. Y t&#250; ser&#225;s el que d&#233; origen a una gran naci&#243;n.#Gn 12,2; Dt 9,13-14.</div><div class="p"> 11Entonces Mois&#233;s intent&#243; aplacar el furor del Se&#241;or, su Dios, diciendo:</div><div class="p">&#8212;Se&#241;or, &#191;por qu&#233; vas a descargar tu ira contra tu pueblo, el mismo en favor del que hiciste uso de tu gran fuerza y poder para sacarlo de Egipto? 12&#191;Acaso vas a permitir que los egipcios digan: &#171;Con malos fines los sac&#243; Dios; lo hizo para matarlos en las monta&#241;as y borrarlos de la faz de la tierra&#187;? No te dejes llevar por la ira y renuncia al castigo que pensabas para tu pueblo. 13Acu&#233;rdate de tus siervos Abrah&#225;n, Isaac e Israel, a quienes hiciste solemne promesa diciendo: &#171;Multiplicar&#233; vuestra descendencia como las estrellas del cielo y dar&#233; a vuestros descendientes como herencia perpetua la tierra de la que os he hablado&#187;.#Gn 22,16-17; 26,3-4.</div><div class="p"> 14Entonces el Se&#241;or renunci&#243; a aplicar el castigo con que hab&#237;a amenazado a su pueblo.</div><div class="p"> 15Mois&#233;s se volvi&#243; y descendi&#243; del monte trayendo en sus manos las dos tablas del testimonio. Estaban escritas por ambos lados, por delante y por detr&#225;s.#Dt 9,15. 16Las tablas y la escritura que hab&#237;a grabada en ellas eran obra de Dios.</div><div class="p"> 17Cuando Josu&#233; escuch&#243; el griter&#237;o del pueblo, dijo a Mois&#233;s:</div><div class="p">&#8212;Se escuchan gritos de guerra en el campamento.</div><div class="p"> 18Y Mois&#233;s respondi&#243;:</div><div class="p">&#8212;No son gritos de victoria ni de derrota; lo que estoy oyendo son cantos festivos.</div><div class="p"> 19Cuando lleg&#243; Mois&#233;s al campamento y vio el becerro y las danzas, se enfureci&#243; y arroj&#243; al pie del monte las tablas que llevaba en sus manos, haci&#233;ndolas a&#241;icos. 20Agarr&#243; el becerro que hab&#237;an fabricado, lo arroj&#243; al fuego y, una vez convertido en ceniza, lo disolvi&#243; en agua y oblig&#243; a los israelitas a que bebieran esa agua.#Dt 9,21; Nm 5,11-31.</div><div class="p"> 21Y dijo a Aar&#243;n:</div><div class="p">&#8212;&#191;Se puede saber qu&#233; te hizo este pueblo para que le indujeras a cometer un acto tan aberrante?</div><div class="p"> 22Aar&#243;n respondi&#243;:</div><div class="p">&#8212;Se&#241;or m&#237;o, no te enfades contra m&#237;; t&#250; sabes que este pueblo es proclive al mal. 23Me dijeron: &#171;Haznos un dios que nos gu&#237;e, pues no sabemos qu&#233; le habr&#225; pasado a ese Mois&#233;s, el hombre que nos sac&#243; de Egipto&#187;. 24Yo les contest&#233;: &#171;El que tenga oro, que se desprenda de &#233;l&#187;. Ellos me lo entregaron, yo lo ech&#233; al fuego &#161;y sali&#243; este becerro!</div><div class="p"> 25Se percat&#243; Mois&#233;s de que el pueblo estaba descontrolado, pues Aar&#243;n no le hab&#237;a puesto freno, y ahora el pueblo estaba expuesto a las burlas de sus enemigos. 26Entonces Mois&#233;s se plant&#243; en la puerta del campamento y grit&#243;:</div><div class="p">&#8212;&#161;Que se pongan a mi lado los que est&#225;n de parte del Se&#241;or!</div><div class="p">Y todos los levitas se le unieron.</div><div class="p"> 27&#201;l les dijo:</div><div class="p">&#8212;As&#237; ha dicho el Se&#241;or, el Dios de Israel: Que cada uno se ci&#241;a su espada al muslo, recorra el campamento y vaya de puerta en puerta matando a los culpables sin tener en cuenta si es su hermano, su amigo o su vecino.#Ez 9,5-6.</div><div class="p"> 28Los levitas cumplieron la orden de Mois&#233;s y aquel d&#237;a murieron unos tres mil hombres del pueblo. 29Mois&#233;s les dijo:</div><div class="p">&#8212;Hoy el Se&#241;or os bendice y os constituye sus sacerdotes, pues lo hab&#233;is preferido a vuestros propios hijos y hermanos.#Dt 33,9.</div><div class="s1">Intercesi&#243;n de Mois&#233;s</div><div class="p"> 30Al d&#237;a siguiente Mois&#233;s dijo al pueblo:</div><div class="p">&#8212;Hab&#233;is cometido un pecado grav&#237;simo; no obstante voy a subir adonde est&#225; el Se&#241;or, a ver si logro que os perdone.</div><div class="p"> 31Volvi&#243; Mois&#233;s adonde estaba el Se&#241;or, y le dijo:</div><div class="p">&#8212;Sin duda que este pueblo ha cometido un gran pecado al hacerse un dios de oro. 32Pero te ruego que les perdones su pecado; si no lo haces, b&#243;rrame del libro donde nos tienes inscritos.#Rm 9,3.</div><div class="p"> 33Pero el Se&#241;or le contest&#243;:</div><div class="p">&#8212;Al que haya pecado contra m&#237;, lo borrar&#233; del libro. 34T&#250; lleva al pueblo al lugar que te dije. Mi &#225;ngel te ir&#225; guiando. Y llegado el momento les pedir&#233; cuentas por su pecado.#23,20.</div><div class="p"> 35Y el Se&#241;or castig&#243; al pueblo por haber adorado al becerro de oro fabricado por Aar&#243;n.</div>
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 </div>
</div>

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 <div class="book bkEXO">
 <div class="chapter ch33" data-usfm="EXO.33">
 <div class="label">33</div><div class="s1">El Se&#241;or en el camino</div><div class="p"> 1El Se&#241;or dijo a Mois&#233;s:</div><div class="p">&#8212;Anda, ponte en camino con el pueblo que sacaste de Egipto hacia la tierra que jur&#233; dar a los descendientes de Abrah&#225;n, Isaac y Jacob.#32,13; Gn 12,7; 26,3; 28,13. 2Un &#225;ngel, que yo enviar&#233; delante de ti, expulsar&#225; a los cananeos, amorreos, hititas, fereceos, heveos y jebuseos, 3para que puedas entrar en la tierra que mana leche y miel. Pero yo no ir&#233; contigo, porque sois un pueblo testarudo y puede que os aniquilase en el camino.</div><div class="p"> 4Al o&#237;r el pueblo estas palabras tan duras, guard&#243; luto y nadie se puso sus joyas. 5Dijo entonces el Se&#241;or a Mois&#233;s:</div><div class="p">&#8212;Di a los israelitas: &#171;Sois un pueblo muy testarudo y, aunque solo estuviera con vosotros un momento, acabar&#237;a por aniquilaros. Desprendeos, pues, de las joyas que llev&#225;is encima, y ver&#233; qu&#233; hago con vosotros&#187;.</div><div class="p"> 6Y por eso, a partir del monte Horeb, los israelitas dejaron de usar sus joyas.</div><div class="s1">En la Tienda del encuentro</div><div class="p"> 7Mois&#233;s traslad&#243; la Tienda y la plant&#243; fuera del campamento a cierta distancia, y la llam&#243; &#171;Tienda del encuentro&#187;. Si alguien quer&#237;a consultar al Se&#241;or, sal&#237;a del campamento e iba a la Tienda del encuentro. 8Cuando Mois&#233;s se dirig&#237;a a la Tienda del encuentro, todo el pueblo se levantaba y permanec&#237;a en pie a la entrada de su propia tienda, siguiendo con la mirada a Mois&#233;s hasta que entraba en ella. 9En cuanto &#233;l entraba en la Tienda del encuentro, la columna de nube descend&#237;a y se situaba en la puerta mientras el Se&#241;or hablaba con Mois&#233;s. 10Y cada uno del pueblo se postraba a la puerta de su propia tienda cuando ve&#237;an la columna de nube detenida a la entrada de la Tienda.</div><div class="p"> 11El Se&#241;or hablaba cara a cara con Mois&#233;s, como lo hace uno con un amigo. Cuando Mois&#233;s regresaba al campamento, all&#237; se quedaba Josu&#233;, su joven ayudante, que no se mov&#237;a del interior de la Tienda.#Nm 12,7-8; Dt 34,10.</div><div class="s1">Mois&#233;s suplica al Se&#241;or</div><div class="p"> 12Mois&#233;s dijo al Se&#241;or:</div><div class="p">&#8212;Mira, t&#250; mismo me has encomendado que gu&#237;e a este pueblo, pero no me has indicado a qui&#233;n enviar&#225;s para ayudarme. Dices que me he ganado tu confianza y gozo de tu favor; 13pues si realmente es as&#237;, dame a conocer tus intenciones para que sepa que conf&#237;as en m&#237;. Recuerda que esta gente es tu pueblo.</div><div class="p">El Se&#241;or respondi&#243;:</div><div class="p"> 14&#8212;Yo mismo te acompa&#241;ar&#233; y te conducir&#233; al lugar de tu descanso.</div><div class="p"> 15A lo que Mois&#233;s replic&#243;:</div><div class="p">&#8212;Si t&#250; no nos vas a acompa&#241;ar, no nos hagas salir de aqu&#237;; 16porque &#191;c&#243;mo voy a estar seguro de que tu pueblo y yo gozamos de tu favor, si t&#250; no nos acompa&#241;as? Precisamente en esto nos diferenciamos tu pueblo y yo del resto de los pueblos que habitan la tierra.#Nm 23,9.</div><div class="p">Respondi&#243; el Se&#241;or:</div><div class="p"> 17&#8212;Tambi&#233;n te concedo esta petici&#243;n que acabas de hacerme porque gozas de mi favor y te has ganado mi confianza.</div><div class="s1">La gloria del Se&#241;or</div><div class="p">Mois&#233;s suplic&#243;:</div><div class="p"> 18&#8212;&#161;D&#233;jame ver tu gloria!</div><div class="p"> 19Y el Se&#241;or le respondi&#243;:</div><div class="p">&#8212;Har&#233; pasar delante de ti todo mi esplendor. Delante de ti proclamar&#233; mi nombre: &#171;El Se&#241;or&#187;. Tendr&#233; misericordia de quien quiera y ser&#233; compasivo con quien me plazca;#Rm 9,15. 20pero no podr&#225;s ver mi rostro, porque nadie puede verlo y quedar con vida.</div><div class="p"> 21Y a&#241;adi&#243;:</div><div class="p">&#8212;Aqu&#237;, junto a m&#237;, hay un lugar. Ponte sobre la roca,#1 Re 19,11. 22y cuando pase mi gloria, te meter&#233; en una hendidura de la roca y te esconder&#233; en el hueco de mi mano hasta que yo haya pasado. 23Despu&#233;s, cuando retire mi mano, podr&#225;s ver mi espalda, pero no mi rostro.</div>
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 </div>
</div>

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 <div class="book bkNUM">
 <div class="chapter ch11" data-usfm="NUM.11">
 <div class="label">11</div><div class="s1">Queja en Taber&#225;#Ex 16,2-36; Sal 78,23-29; 105,40.</div><div class="p"> 1El pueblo se quej&#243; con acritud ante el Se&#241;or. El Se&#241;or lo oy&#243; y, ardiendo en c&#243;lera, encendi&#243; contra ellos su fuego que devor&#243; uno de los flancos del campamento. 2Entonces el pueblo clam&#243; a Mois&#233;s que or&#243; al Se&#241;or, y el fuego se extingui&#243;.#32,11-13. 3Y ese lugar se llam&#243; Taber&#225; porque el fuego del Se&#241;or se encendi&#243; contra ellos.#Dt 9,22.</div><div class="p"> 4La gente extra&#241;a que se hab&#237;a mezclado con los israelitas sinti&#243; ansia de comer, y los propios israelitas lloraban diciendo:</div><div class="p">&#8212;&#191;Qui&#233;n nos proporcionar&#225; carne para comer? 5&#161;C&#243;mo nos acordamos del pescado que com&#237;amos gratis en Egipto, as&#237; como de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos! 6Pero ahora nuestras gargantas est&#225;n secas, pues solo disponemos de este man&#225;.</div><div class="p"> 7El man&#225; era como semilla de cilantro, y su color como color de bedelio. 8El pueblo se diseminaba para recogerlo y lo mol&#237;a en molinos o lo machacaba en morteros; luego lo coc&#237;a en caldera y hac&#237;a tortas con &#233;l. Su sabor era como el de una torta de aceite. 9Cuando por la noche descend&#237;a el roc&#237;o sobre el campamento, tambi&#233;n el man&#225; descend&#237;a sobre &#233;l. 10Mois&#233;s oy&#243; como los componentes de las distintas familias del pueblo se lamentaban, cada uno a la puerta de su tienda. Esto provoc&#243; el estallido de la c&#243;lera del Se&#241;or, cosa que disgust&#243; mucho a Mois&#233;s 11hasta el punto de decir al Se&#241;or:</div><div class="p">&#8212;&#191;Por qu&#233; tratas tan mal a tu siervo? &#191;Por qu&#233; me has retirado tu favor y has puesto la carga de todo este pueblo sobre m&#237;? 12&#191;Conceb&#237; yo a todo este pueblo? &#191;Acaso engendr&#233; yo a este pueblo o lo di a luz para que me digas: &#171;Ll&#233;valo en tu regazo &#8212;como hace la nodriza con el ni&#241;o de pecho&#8212; a la tierra que prometiste con juramento a sus antepasados&#187;? 13Porque &#191;d&#243;nde conseguir&#233; carne para dar de comer a todo este pueblo? Y es que vienen a m&#237; con lamentos y me exigen: &#171;&#161;Danos carne para comer!&#187;. 14Yo solo no puedo cargar con todo este pueblo, porque es demasiado pesado para m&#237;.#Ex 18,18 (ver 1 Re 3,9; 2 Re 19,4). 15Si me vas a tratar as&#237;, prefiero que me mates; pero si a&#250;n gozo de tu favor, te ruego que no prolongues mi desventura.</div><div class="p"> 16El Se&#241;or contest&#243; a Mois&#233;s:</div><div class="p">&#8212;Re&#250;neme setenta hombres de los principales de Israel, de los que tengas constancia que son l&#237;deres y maestros del pueblo; tr&#225;elos a la entrada de la Tienda del encuentro y ponlos junto a ti.#Ex 18,21-26. 17Yo descender&#233; y hablar&#233; all&#237; contigo; tomar&#233; parte del esp&#237;ritu que hay en ti y se lo infundir&#233; a ellos; as&#237; compartir&#225;n contigo la carga del pueblo y no tendr&#225;s que llevarla t&#250; solo.#2 Re 2,9.15. 18Y al pueblo le dir&#225;s: &#171;Purificaos para ma&#241;ana pues vais a comer carne. Vuestras quejas han llegado a o&#237;dos del Se&#241;or cuando dec&#237;ais: &#8220;&#161;Qui&#233;n nos diera carne para comer! &#161;Ciertamente nos iba mejor en Egipto!&#8221;. Pues bien, el Se&#241;or os dar&#225; carne, y comer&#233;is. 19No comer&#233;is un d&#237;a, ni dos, ni cinco, ni diez, ni veinte, 20sino durante un mes entero, hasta que os salga por las narices, y la aborrezc&#225;is; as&#237; ser&#225; por cuanto rechazasteis al Se&#241;or que est&#225; en medio de vosotros al quejaros ante &#233;l, diciendo: &#8220;&#191;Para qu&#233; salimos de Egipto?&#8221;&#187;.</div><div class="p"> 21Entonces dijo Mois&#233;s:</div><div class="p">&#8212;El pueblo en medio del cual estoy suma seiscientos mil hombres de a pie y sin embargo t&#250; dices: &#161;Les dar&#233; suficiente carne para comer durante un mes entero!#1,46+. 22&#191;Acaso hay suficientes ovejas y bueyes que puedan ser degollados? &#191;Es posible juntar para ellos todos los peces del mar para que tengan bastante?</div><div class="p"> 23El Se&#241;or respondi&#243; a Mois&#233;s:</div><div class="p">&#8212;&#191;Es que tiene un l&#237;mite el poder del Se&#241;or? Enseguida ver&#225;s si lo que te he dicho se cumple o no.#Gn 18,14; Jr 32,17; Jb 42,2; Mt 19,26.</div><div class="p"> 24Mois&#233;s sali&#243; y comunic&#243; al pueblo las palabras del Se&#241;or. Luego reuni&#243; a setenta hombres de los ancianos del pueblo y los hizo situarse alrededor de la Tienda. 25Acto seguido el Se&#241;or descendi&#243; en la nube y le habl&#243;; tom&#243; luego parte del esp&#237;ritu que pose&#237;a Mois&#233;s y se lo infundi&#243; a los setenta ancianos. Y cuando el esp&#237;ritu entr&#243; en ellos, se pusieron a hablar como profetas, cosa que no volvi&#243; a repetirse.#11,17+.</div><div class="p"> 26Dos hombres, uno llamado Eldad y el otro Medad, que hab&#237;an permanecido en el campamento, se vieron tambi&#233;n invadidos por el esp&#237;ritu; estaban entre los elegidos, pero no hab&#237;an acudido a la Tienda, a pesar de lo cual comenzaron a hablar como profetas en el campamento. 27Un joven corri&#243; y dio aviso a Mois&#233;s, diciendo:</div><div class="p">&#8212;Eldad y Medad est&#225;n actuando como profetas en el campamento.</div><div class="p"> 28Entonces Josu&#233;, hijo de Nun y ayudante de Mois&#233;s desde su juventud, intervino diciendo:</div><div class="p">&#8212;Se&#241;or m&#237;o Mois&#233;s, &#161;detenlos!#34,17; Dt 1,38; 34,9; Jos 1,1; 2,1; etc.</div><div class="p"> 29Pero Mois&#233;s le respondi&#243;:</div><div class="p">&#8212;&#191;Est&#225;s celoso por m&#237;? Ojal&#225; todo el pueblo del Se&#241;or fuera profeta y el Se&#241;or les infundiera su esp&#237;ritu.</div><div class="p"> 30Dicho esto, Mois&#233;s regres&#243; al campamento junto con los ancianos de Israel.</div><div class="s1">Las codornices</div><div class="p"> 31El Se&#241;or levant&#243; un viento que trajo bandadas de codornices desde la regi&#243;n mar&#237;tima, y las arroj&#243; junto al campamento, aleteando a un metro del suelo en un radio de una jornada de camino. 32El pueblo se dedic&#243; a recoger codornices todo aquel d&#237;a, toda la noche y todo el d&#237;a siguiente. El que menos codornices recogi&#243;, lo hizo en una gran cantidad y las tendieron alrededor del campamento. 33A&#250;n ten&#237;an la carne entre los dientes, sin acabar de masticarla, cuando la c&#243;lera del Se&#241;or estall&#243; contra el pueblo y lo hiri&#243; el Se&#241;or con una terrible plaga. 34El lugar se llam&#243; Kibrot-Hatav&#225;, por cuanto all&#237; fueron sepultados los culpables de glotoner&#237;a.</div><div class="p"> 35Luego el pueblo parti&#243; de Kibrot-Hatav&#225; hacia Jaserot.</div>
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 <div class="book bkNUM">
 <div class="chapter ch12" data-usfm="NUM.12">
 <div class="label">12</div><div class="s1">Cr&#237;ticas de Mar&#237;a y Aar&#243;n</div><div class="p"> 1Entonces Mar&#237;a y Aar&#243;n criticaron a Mois&#233;s porque se hab&#237;a casado con una mujer cusita. Dec&#237;an:#26,39.</div><div class="p"> 2&#8212;&#191;Ha hablado el Se&#241;or solamente a trav&#233;s de Mois&#233;s? &#191;No ha hablado tambi&#233;n por medio de nosotros?</div><div class="p">Y el Se&#241;or lo oy&#243;. 3Mois&#233;s era un hombre muy humilde; no hab&#237;a sobre la tierra otro m&#225;s humilde que &#233;l.#Ex 7,11. 4As&#237; que de pronto llam&#243; el Se&#241;or a Mois&#233;s, a Aar&#243;n y a Mar&#237;a y les dijo:</div><div class="p">&#8212;&#161;Acudid vosotros tres a la Tienda del encuentro!</div><div class="p">Y as&#237; lo hicieron. 5Entonces el Se&#241;or descendi&#243; en una columna de nube, se detuvo a la entrada de la Tienda y llam&#243; a Aar&#243;n y a Mar&#237;a. Se acercaron ambos#9,15+. 6y el Se&#241;or les dijo:</div><div class="p">&#8212;O&#237;d mis palabras. Cuando un profeta surja entre vosotros, yo, el Se&#241;or, me revelar&#233; a &#233;l en visiones y hablar&#233; con &#233;l por medio de sue&#241;os; 7no as&#237; con mi siervo Mois&#233;s a quien he confiado toda mi casa. 8Con &#233;l hablo cara a cara, claramente y sin enigmas, mientras &#233;l contempla mi semblante. &#191;C&#243;mo, pues, os hab&#233;is atrevido a criticar a Mois&#233;s, mi siervo?#Ex 33,11; Heb 3,5.</div><div class="p"> 9Estall&#243; entonces contra ellos la c&#243;lera del Se&#241;or; y se fue. 10Al apartarse la nube de la Tienda, Mar&#237;a se encontr&#243; cubierta de lepra, toda ella blanca como la nieve. Aar&#243;n la mir&#243; y vio que estaba toda cubierta de lepra.#Dt 24,9. 11Y dijo Aar&#243;n a Mois&#233;s:</div><div class="p">&#8212;&#161;Ah! se&#241;or m&#237;o, no nos tengas en cuenta este pecado que neciamente hemos cometido.#Ex 32,11; 34,9. 12Te ruego no quede ella como el aborto que, al salir del vientre de su madre, nace ya medio consumido.</div><div class="p"> 13Entonces Mois&#233;s suplic&#243; al Se&#241;or, dici&#233;ndole:</div><div class="p">&#8212;&#161;Te ruego, oh Dios, que la sanes!</div><div class="p"> 14Pero el Se&#241;or respondi&#243; a Mois&#233;s:</div><div class="p">&#8212;Si su padre le hubiera escupido en el rostro, &#191;no cargar&#237;a con su verg&#252;enza durante siete d&#237;as? Pues que permanezca durante siete d&#237;as fuera del campamento; despu&#233;s se reintegrar&#225; a la comunidad.#Lv 13,5-6.</div><div class="p"> 15Permaneci&#243; Mar&#237;a esos siete d&#237;as fuera del campamento; y el pueblo no prosigui&#243; su marcha hasta que Mar&#237;a volvi&#243; con ellos. 16Seguidamente el pueblo parti&#243; de Jaserot y fue a acampar en el desierto de Par&#225;n.</div>
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 <div class="chapter ch13" data-usfm="NUM.13">
 <div class="label">13</div><div class="ms2">En Cad&#233;s y su entorno (13,1&#8211;20,13)</div><div class="s1">Exploraci&#243;n de la tierra de Cana&#225;n</div><div class="p"> 1Y el Se&#241;or se dirigi&#243; a Mois&#233;s y le dijo:#Dt 1,22-28.</div><div class="p"> 2&#8212;Env&#237;a hombres, uno por cada tribu paterna y que tenga la condici&#243;n de jefe, para que exploren la tierra de Cana&#225;n que yo voy a dar al pueblo de Israel.</div><div class="p"> 3As&#237; lo hizo Mois&#233;s: conforme al mandato del Se&#241;or, envi&#243; desde el desierto de Par&#225;n a exploradores, todos ellos jefes entre los israelitas, 4y cuyos nombres eran:</div><div class="p">De la tribu de Rub&#233;n: Sam&#250;a, hijo de Zacur. 5De la tribu de Sime&#243;n: Safat, hijo de Jor&#237;. 6De la tribu de Jud&#225;: Caleb, hijo de Jefun&#233;. 7De la tribu de Isacar: Igal, hijo de Jos&#233;. 8De la tribu de Efra&#237;n: Oseas, hijo de Nun. 9De la tribu de Benjam&#237;n: Palt&#237;, hijo de Raf&#250;. 10De la tribu de Zabul&#243;n: Gadiel, hijo de Sod&#237;. 11De la tribu de Manas&#233;s &#8212;por la tribu de Jos&#233;&#8212;: Gad&#237;, hijo de Sus&#237;. 12De la tribu de Dan: Amiel, hijo de Guemal&#237;. 13De la tribu de Aser: Setur, hijo de Micael. 14De la tribu de Neftal&#237;, Najbi, hijo de Vaps&#237;. 15De la tribu de Gad: Gueuel, hijo de Maqu&#237;.</div><div class="p"> 16Estos son los nombres de los que Mois&#233;s envi&#243; a explorar la tierra. A Oseas, hijo de Nun, Mois&#233;s le cambi&#243; el nombre y le puso por nombre Josu&#233;.#11,28. 17Al enviarlos a explorar la tierra de Cana&#225;n, les dijo Mois&#233;s:</div><div class="p">&#8212;Subid por el N&#233;gueb, llegad a la zona monta&#241;osa, 18y observad qu&#233; tipo de tierra es; ved si el pueblo que la habita es fuerte o d&#233;bil, si son pocos o muchos, 19si la tierra que habitan es buena o mala; comprobad si sus ciudades est&#225;n o no est&#225;n amuralladas, 20si su terreno es f&#233;rtil o bald&#237;o, si tiene o no tiene &#225;rboles. Portaos valerosamente y traed alg&#250;n fruto del pa&#237;s.</div><div class="p">Era el tiempo de las primeras uvas. 21Subieron los exploradores y recorrieron la tierra desde el desierto de Sin hasta Rejob, en Leb&#243;-Jamat. 22Remontaron el N&#233;gueb y llegaron hasta Hebr&#243;n, donde viv&#237;an Ajim&#225;n, Sesay y Talmay, del clan de los anaquitas. (Hebr&#243;n hab&#237;a sido fundada siete a&#241;os antes que lo fuera So&#225;n en Egipto). 23Llegaron hasta el valle de Escol y all&#237; cortaron un sarmiento con un racimo de uvas que, vali&#233;ndose de un palo, ten&#237;an que llevar entre dos; recogieron tambi&#233;n algunas granadas e higos. 24Y se llam&#243; aquel lugar valle de Escol, por el racimo que all&#237; cortaron los israelitas.</div><div class="s1">El informe de los exploradores</div><div class="p"> 25Al t&#233;rmino de los cuarenta d&#237;as concluyeron la exploraci&#243;n de la tierra. 26Se dirigieron directamente a Mois&#233;s y a Aar&#243;n, y a toda la comunidad israelita que acampaba en Cad&#233;s &#8212;en el desierto de Par&#225;n&#8212;, les dieron cuenta de la misi&#243;n realizada y les mostraron los frutos de la tierra. 27Esto es lo que les dijeron:</div><div class="p">&#8212;Hemos recorrido la tierra a la que nos enviaste, una tierra que ciertamente mana leche y miel; y estos son sus frutos.#16,13-14; Ex 3,8; Dt 6,3; 11,9; etc. 28Sin embargo, el pueblo que habita esa tierra es fuerte, y sus ciudades son grandes y fortificadas; adem&#225;s hemos visto all&#237; a descendientes de Anac. 29Los amalecitas habitan en el N&#233;gueb; los hititas, los jebuseos y los amorreos habitan en la monta&#241;a; los cananeos, por su parte, ocupan la franja costera y la ribera del Jord&#225;n.</div><div class="p"> 30Entonces Caleb impuso silencio al pueblo en presencia de Mois&#233;s y dijo:</div><div class="p">&#8212;Subamos con decisi&#243;n y apoder&#233;monos de esa tierra, pues somos m&#225;s poderosos que ellos.</div><div class="p"> 31Pero los hombres que hab&#237;an subido con Caleb le replicaron:</div><div class="p">&#8212;No podremos vencer a ese pueblo, porque es m&#225;s fuerte que nosotros.</div><div class="p"> 32Y difundieron entre los israelitas falsos informes acerca de la tierra que hab&#237;an explorado, dici&#233;ndoles:</div><div class="p">&#8212;La tierra que hemos recorrido y explorado es una tierra que devora a sus habitantes. Toda la gente que vimos en ella es de gran estatura; 33tambi&#233;n vimos all&#237; nefilitas (los descendientes de Anac provienen de los nefilitas). Nosotros, a su lado, ten&#237;amos la impresi&#243;n de ser como saltamontes, y eso mismo les parec&#237;amos a ellos.</div>
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 <div class="book bkNUM">
 <div class="chapter ch14" data-usfm="NUM.14">
 <div class="label">14</div><div class="s1">Rebeli&#243;n de los israelitas</div><div class="p"> 1Entonces toda la comunidad comenz&#243; a lamentarse a gritos y el pueblo pas&#243; toda la noche llorando.#Dt 1,26-33. 2Toda la comunidad a una murmuraba contra Mois&#233;s y Aar&#243;n diciendo:</div><div class="p">&#8212;&#161;Ojal&#225; hubi&#233;ramos muerto en el pa&#237;s de Egipto! O si no, &#161;ojal&#225;, al menos, hubi&#233;ramos muerto en este desierto! 3&#191;Por qu&#233; el Se&#241;or nos lleva a esa tierra para morir a espada? &#161;Nuestras mujeres y nuestros ni&#241;os servir&#225;n de bot&#237;n! &#161;Ser&#237;a preferible regresar a Egipto!</div><div class="p"> 4Y se dec&#237;an unos a otros:</div><div class="p">&#8212;Nombremos a un jefe y regresemos a Egipto.</div><div class="p"> 5As&#237; las cosas, Mois&#233;s y Aar&#243;n se postraron rostro en tierra delante de toda la comunidad israelita. 6Por su parte, Josu&#233;, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefun&#233;, que hab&#237;an participado en la exploraci&#243;n de la tierra, rasgaron sus vestiduras#14,30.38; 26,65. 7y, dirigi&#233;ndose a toda la comunidad israelita, dijeron:</div><div class="p">&#8212;La tierra que hemos recorrido y explorado es una tierra muy buena. 8Si el Se&#241;or nos es propicio, nos conducir&#225; a esa tierra y nos la entregar&#225;; es una tierra que mana leche y miel.#13,27. 9Hac&#233;is, pues, mal en rebelaros contra el Se&#241;or y en temer a los habitantes de esa tierra. Nos los comeremos como si fueran pan, porque el dios que los protege se ha apartado de ellos, mientras que con nosotros est&#225; el Se&#241;or; por lo tanto, no los tem&#225;is.#Dt 31,23; Jos 1,9; Jue 6,12; Jr 1,8; Lc 1,28.</div><div class="p"> 10Pero la comunidad segu&#237;a amenazando con apedrearlos. Fue entonces cuando la gloria del Se&#241;or se manifest&#243; en la Tienda del encuentro a todos los israelitas.</div><div class="p"> 11Y el Se&#241;or dijo a Mois&#233;s:</div><div class="p">&#8212;&#191;Hasta cu&#225;ndo me ha de irritar este pueblo? &#191;Hasta cu&#225;ndo seguir&#225;n sin creer en m&#237; a pesar de todas las se&#241;ales que he hecho en medio de ellos? 12&#161;D&#233;jame que los hiera con la peste y los destruya! &#161;D&#233;jame que haga de ti una naci&#243;n m&#225;s grande y m&#225;s fuerte que ellos!</div><div class="p"> 13Pero Mois&#233;s respondi&#243; al Se&#241;or:</div><div class="p">&#8212;Si act&#250;as as&#237;, se enterar&#225;n los egipcios &#8212;de donde sacaste a este pueblo con tu poder&#8212;#12,11-13+. 14y se lo har&#225;n saber a los habitantes de esta tierra. Estos, Se&#241;or, tienen noticia de que t&#250; habitas en medio de este pueblo, que te manifiestas a &#233;l cara a cara, que lo gu&#237;as mediante una columna de nube durante el d&#237;a, y una columna de fuego durante la noche.#9,15+. 15Pues bien, si ahora aniquilas del todo a este pueblo, las naciones que conocen tu fama dir&#225;n: 16&#171;El Se&#241;or no ha podido introducir a este pueblo en la tierra que hab&#237;a jurado darles; por eso los ha aniquilado en el desierto&#187;. 17Ahora, pues, Se&#241;or m&#237;o, te ruego que hagas honor a tu fortaleza, como t&#250; mismo lo prometiste al decir: 18&#171;El Se&#241;or es tardo para la ira y abundante en misericordia; el Se&#241;or perdona la iniquidad y la rebeli&#243;n, pero no las deja impunes, sino que castiga la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generaci&#243;n&#187;.#Ex 20,5; 34,6-7. 19Te ruego, pues, que perdones la iniquidad de este pueblo seg&#250;n la grandeza de tu misericordia, y seg&#250;n has venido haciendo desde que lo sacaste de Egipto hasta el presente.</div><div class="s1">Perd&#243;n y castigo</div><div class="p"> 20Entonces el Se&#241;or dijo:</div><div class="p">&#8212;Los perdono conforme a tu petici&#243;n. 21Sin embargo, juro por mi vida y por mi gloria, que llena toda la tierra,#Dt 1,34-36; Is 6,3; Sal 72,19. 22que ninguno de los que vieron mi gloria y los prodigios que hice en Egipto y en el desierto, ninguno de los que me han puesto a prueba tantas veces y se han negado a escuchar mi voz, 23entrar&#225; en la tierra que promet&#237; con juramento a sus antepasados; ninguno de los que me han irritado la ver&#225;. 24Solo a mi siervo Caleb, por cuanto tuvo una actitud diferente y permaneci&#243; leal a m&#237;, lo llevar&#233; a la tierra que ya recorri&#243; y que su descendencia poseer&#225;. 25Y como los amalecitas y los cananeos habitan en el valle, dad media vuelta y ma&#241;ana mismo partid para el desierto, camino del mar de las Ca&#241;as.</div><div class="p"> 26El Se&#241;or se dirigi&#243; a Mois&#233;s y a Aar&#243;n y les dijo:</div><div class="p"> 27&#8212;He o&#237;do las murmuraciones de los israelitas que se quejan de m&#237;. &#191;Por cu&#225;nto tiempo m&#225;s murmurar&#225; contra m&#237; esta depravada comunidad? 28Diles, por tanto: &#171;Esto es lo que dice el Se&#241;or: Juro por mi vida que os tratar&#233; conforme a vuestras murmuraciones. 29En este desierto caer&#225;n vuestros cad&#225;veres. De todos los que fueron censados de entre vosotros, mayores de veinte a&#241;os y que han murmurado contra m&#237;, 30ninguno entrar&#225; en la tierra en la que jur&#233; solemnemente estableceros; con la &#250;nica excepci&#243;n de Caleb, hijo de Jefun&#233;, y de Josu&#233;, hijo de Nun. 31A vuestros hijos peque&#241;os, de quienes dijisteis que ser&#237;an bot&#237;n del enemigo, s&#237; les permitir&#233; entrar; ellos conocer&#225;n la tierra que vosotros hab&#233;is rechazado. 32As&#237; pues, vuestros cad&#225;veres caer&#225;n en este desierto 33y vuestros hijos vagar&#225;n por &#233;l como n&#243;madas durante cuarenta a&#241;os, sufriendo el castigo de vuestra infidelidad, hasta que el &#250;ltimo de vuestros cad&#225;veres se consuma en el desierto. 34Cargar&#233;is con las consecuencias de vuestra culpa durante cuarenta a&#241;os, conforme al n&#250;mero de los cuarenta d&#237;as que estuvisteis explorando la tierra, un a&#241;o por cada d&#237;a; as&#237; sabr&#233;is lo que significa enfrentaros a m&#237;&#187;. 35Yo, el Se&#241;or, he hablado; as&#237; tratar&#233; a toda esta multitud perversa que se ha confabulado contra m&#237;: en este desierto ser&#225;n aniquilados.</div><div class="p"> 36En cuanto a los hombres que Mois&#233;s envi&#243; a explorar la tierra y que al volver incitaron a toda la comunidad a murmurar contra &#233;l, desacreditando aquella tierra 37y dando falsos informes sobre ella, todos ellos perecieron fulminados ante el Se&#241;or. 38Solo Josu&#233;, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefun&#233;, sobrevivieron.</div><div class="s1">Derrota en Jorm&#225;</div><div class="p"> 39Cuando Mois&#233;s transmiti&#243; estas cosas a todos los israelitas, el pueblo se afligi&#243; mucho.#Dt 1,41-44. 40Se levantaron temprano por la ma&#241;ana para encaminarse a lo m&#225;s alto de la zona monta&#241;osa, diciendo:</div><div class="p">&#8212;Estamos dispuestos a subir al lugar del que nos ha hablado el Se&#241;or; porque verdaderamente hemos incurrido en pecado.</div><div class="p"> 41Pero Mois&#233;s les dijo:</div><div class="p">&#8212;&#191;Por qu&#233; vais a quebrantar el mandamiento del Se&#241;or? Eso no os saldr&#225; bien. 42No sub&#225;is, pues el Se&#241;or no est&#225; con vosotros y ser&#237;ais derrotados por vuestros enemigos. 43Los amalecitas y los cananeos os har&#225;n frente y morir&#233;is a espada porque hab&#233;is rehusado seguir al Se&#241;or y, por tanto, el Se&#241;or no estar&#225; con vosotros.</div><div class="p"> 44Subieron, sin embargo, desafiantes a la cima del monte, aunque ni el Arca de la alianza del Se&#241;or ni Mois&#233;s se movieron de en medio del campamento. 45Y los amalecitas y los cananeos, que habitaban en aquella monta&#241;a, descendieron, los atacaron y los derrotaron, persigui&#233;ndolos hasta Jorm&#225;.</div>
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