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DESCANSAR EN SUS PROMESAS TAMBIÉN ES PRODUCTIVO

Una cosa muy importante para nosotros es ser productivos pero eso no concuerda con descansar sino con trabajar y hacer cosas sin parar. Hemos olvidado aquella invitación de Jesús donde dice “venid a mi…” (Mateo 11:28-30) Pensamos que descansar o parar es perder tiempo y dinero, por eso nos cuenta tanto tener una relación con Dios. Por eso tampoco somos capaces de aceptar la voluntad de Dios ni los tiempos en los que Él obra. Dios tienes muchas promesas y muchas cosas por hacer, pero como no nos enfocamos en ellas y en sus beneficios eternos muchas veces cambiamos las promesas de Dios por algo no tan bueno, pero sí rápido y palpable.

Aprendamos a descansar en Dios. Jesús es nuestro día de reposo, no seamos como Marta y sí como María (Lucas 10:38-42) que pudo estar sentada a los pies del Maestro pasando un tiempo de paz y descanso en su presencia. Tenemos que recordar que el hacer viene después del ser. Seamos hijos que aman la presencia de Dios y después vayamos con obediencia e integridad a hacer lo que nos ordena para nuestro bienestar y para su gloria. No te afanes, Dios cumple lo que promete.