Adviento Infinitum Haz Espacio, Semana 3Muestra

El amor y la pertenencia de Jesús se ofrecen a todos: no hay diferencia entre judío o griego, esclavo o libre, mujer u hombre…Cristo es todo y está en todos. Sin embargo, nuestro mundo tiene definiciones, fronteras y diferencias que nos tientan a creer que existe algo llamado "otro". Hay belleza en nuestra diversidad y diferencias, pero hay una realidad subyacente de que somos UNO: la humanidad... hijos de Dios... familia. Vivimos todos los días en la tensión de esas dos realidades.

Hay alegría, propósito y desafío para cualquiera que decida NO ser definido por las fronteras, expectativas o prioridades de la humanidad.

Eso es lo suficientemente importante como para repetirlo: hay alegría, propósito y desafío para cualquiera que decida NO ser definido por las fronteras, expectativas o prioridades de la humanidad. Analicemos eso:

¿Dónde está la alegría de decidir no definir el mundo según las fronteras, expectativas o prioridades de la sociedad?

¿Cuáles son algunas de las fronteras, expectativas o prioridades del mundo que podrías sentirte tentado a aceptar como ordenadas por Dios?

¿Cómo nos daría Dios un propósito en el proceso de elegir no ser definidos por las fronteras, expectativas o prioridades de la humanidad?

A medida que decidimos no ser definidos por las fronteras, expectativas y prioridades de la sociedad, ¿qué le pedirías a Dios para afrontar los desafíos asociados con tal decisión?

¿Qué fronteras, expectativas o prioridades te vienen a la mente en este tiempo de Adviento y no deseas que te definan a ti ni a este mes?