¿Cómo tener un avivamiento?Muestra
SEÑOR, HAZLO OTRA VEZ
“He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad” (Isaías 43:19).
El Dr. J. Edwin Orr, una de las autoridades más sobresalientes en historia de los avivamientos, quien escribiera varios libros al respecto, conducía en cierta ocasión a un grupo de estudiantes a visitar la rectoría de Epworth en Inglaterra, lugar que fue por un tiempo la casa del finado Juan Wesley, afamado predicador y padre del metodismo. Le contó a los estudiantes, explicándole al detalle, la historia asociada con cada rincón de la instalación. Les mostró dónde escribía Wesley, sus cientos de libros, las notas manuscritas aún nítidas. Sus pupilos estaban fascinados con el escenario y la historia que se respiraba en aquel sitio. Orr les condujo también a la habitación donde solía descansar Wesley y donde se podía ver visiblemente dos marcas en el suelo, una junto a la otra, que indicaban que era ahí donde Wesley acostumbraba a orar. Al terminar la visita, una vez fuera de la casa, el Dr. Orr descubrió que le faltaba un estudiante. Así que volvió sobre sus pasos y buscó dentro de la casa al “despistado” estudiante. Terminó encontrándolo en la habitación de Wesley, arrodillado sobre las marcas en el suelo y antes de poder decirle que el tiempo de la visita había acabado, le escuchó orar vehementemente: “¡Oh, Señor, hazlo otra vez, hazlo otra vez, hazlo otra vez Señor!” El joven que oraba era Billy Graham, y vaya si Dios lo hizo otra vez. Sin duda, nuestras oraciones pueden abrirnos un camino a oportunidades formidables.
Fue el propio Juan Wesley quien dijo que “Dios no hará nada sino en respuesta a la oración.” Tal vez estemos a la distancia de una plegaria de ver el vigoroso poder de Dios en nuestras vidas, familias, congregaciones y comunidades. Sólo lo averiguaremos si oramos con fe, no dudando en absoluto. Tenemos promesas bíblicas que aseguran que Dios nos oye, que Él nos da más abundantemente de lo que pedimos o entendemos. Si orásemos más, seguramente veríamos más respuestas divinas.
Si Dios lo hizo antes, lo puede hacer nuevamente y aún de una manera más asombrosa. Los inhóspitos desiertos pueden volverse calzadas para andar y aún brotar arroyos caudalosos en los lugares yermos. Haz esta oración donde quiera que estés ahora mismo y di: “¡Oh Señor, hazlo otra vez, hazlo otra vez, hazlo otra vez Señor!”
Acerca de este Plan
Como cristianos podemos y debemos vivir una vida plana en Cristo Jesús. El avivamiento es eso precisamente, vivir en la perfecta voluntad de Dios, con un andar de fe vigoroso, caracterizado por el servicio y la eficacia. Esa es nuestra identidad y haríamos bien en vivir en esa dinámica de poder siempre, hasta el último aliento.
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Nos gustaría agradecer a Como Jesús por proporcionar este plan. Para mayor información por favor visite: https://www.instagram.com/osmanycruz/