Sueños Que MatanMuestra

MIS PROPIOS SUEÑOS.

Génesis 40 habla de dos sueños: el sueño del panadero es corto. Lo que vio sólo estaba en su cabeza, no le fue dada una visión, sino que estaba en su mente, era sólo un deseo y como vio buen final en el sueño del copero se animó a contarlo a José. Lo que tenía en su cabeza no tuvo un proceso, no utilizó sus manos para los manjares ni los panes, también lo que tenía fue llevado por los pájaros, no fue para el rey.

¡Cuantos de nosotros no tenemos a veces buenos deseos y sueños que no nacen en el corazón de Dios! No son revelados a nosotros, sino que vienen de la carne y que no traen beneficio para nadie. Al igual que el panadero sólo son pensamientos de hacer lo que nos hace feliz a nosotros sin preguntarle a Dios. No pasamos procesos, nuestras manos no trabajan en obras eternas y lo que logramos obtener se lo lleva el tiempo u otras personas, no perdura porque no viene de Dios. Al final el copero en el sueño se queda sin nada que ofrecerle a su rey y termina muerto.

A Saúl le fue quitado el reino por llevarlo como él consideraba bien y no como Dios le mandó. Dios le daba órdenes para la guerra y él sólo lo hacía en parte porque tenía sus propias ideas.