Reto Detox Para El CorazónMuestra
Reprensión
Las reprensiones siempre parecen inoportunas. Son como ese balde de agua fría que te echan cuando estas justo en el momento de iniciar la carrera, dejándote perplejo. Tienen la peculiaridad de que llegan sin invitación, al contrario, muchas veces lo que buscas es aprobación y respaldo y lo que obtienes es reprensión.
En el corazón, la represión es uno de los principales asesinos de la ilusión, y uno de los primeros motivadores de la ira. Pocos corazones saben darla, o recibirla. Sin embargo, a través de la reprensión hay regalos extraordinarios que puedes recibir.
La primera perspectiva que veremos es cuando nos toca reprender. El objetivo al reprender es restaurar, en ningún momento destruir. Al reprender puedes sentir que tienes cierta autoridad sobre la persona a la cual externas tu parecer, por lo que en la mayoría de los actos de reprensión puedes ser tentado a firmar con aires de superioridad, en vez de amor.
En Mateo 18:15 la Biblia muestra claramente que el propósito de la reprensión es ganar a otros, no alejarlos. Ganar no se refiere a asentir en todo tiempo ante las propuestas de quienes te rodean, sino de aprobar o reprender los actos que así lo requieran en amor.
La segunda perspectiva es cuando nos toca recibir la reprensión. Al momento de recibir la reprensión, toma tiempo en discernir las intenciones detrás de la misma; date espacio de escuchar en tanto eres reprendido; asume una posición receptiva en vez de ofendida; medita en la naturaleza de tus acciones.
Al ser reprendido debes disponer en tu corazón una actitud de reconciliación, no buscar mantener tu posición sin importar que, sino dar espacio para reconciliarte. Recuerda un amigo no es el que siempre es cómplice, sino aquel que sabe amar y reprender.
Permite que Dios revitalice tu corazón enseñándote a reprender con amor y a recibir la represión con espíritu reconciliador.
Acerca de este Plan
Constantemente somos bombardeados con pensamientos contrarios a la mentalidad de Cristo, los cuales llenan nuestro interior de toxinas que nos hacen dudar de nuestra identidad como hijos de Dios. En este plan caminaremos hacia el corazón del Padre, exponiéndonos a Su verdad mientras desintoxicamos nuestro interior. Al final podremos declarar la verdad que cita 1 Juan 4:16: “He llegado a saber y creer que Dios me ama” (Énfasis añadido).
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Nos gustaría agradecer a Yaury Ortega por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/yau_ortega/