Tiempos De CrisisMuestra

Como empresarios sabemos que siempre habrá momentos difíciles en los que la actividad empresarial puede ser dura y complicada. Cuando parece que pierdes la perspectiva y el miedo se apodera de ti. Cuando te sientes solo, a pesar de toda la gente que te rodea. Y en último extremo, un profundo sentimiento de soledad y desolación, en el que no ves ninguna luz ni perspectiva.

Pablo también conoció este sentimiento: "Porque no queremos que ignoren, hermanos, acerca de nuestra aflicción sufrida en Asia. Porque fuimos abrumados sobremanera, más allá de nuestras fuerzas, de modo que hasta perdimos la esperanza de salir con vida" (2 Cor. 1:8).

Sin embargo, esta adversidad que superaba las fuerzas de Pablo no es el final para él. Conoce un camino para superar estas difíciles circunstancias. Se aferra a algo más grande que él mismo. Es consciente de sus limitaciones como ser humano. Por eso dice: "Pero eso fue para que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios, que resucita a los muertos" (2 Cor. 1:9).

Lo maravilloso de Dios es que podemos confiar en Él. Porque esto forma parte de su amor por nosotros, como lo demuestra la muerte de Jesús en la cruz (Rom. 8:31-32). Está garantizado por el amor de Dios, porque el carácter de Dios es amor, independientemente de quiénes seamos (1 Juan 4:10 y 16b). Él es amor.

Este amor por las personas nunca se detendrá, pase lo que pase en nuestras vidas (Rom. 8:38-39). Este amor encuentra evidencia en la muerte de Jesucristo, para que Dios pueda estar cerca de nosotros como un Padre amoroso. Un Padre que se preocupa por nosotros, que nos consuela y nos anima (2 Cor 1:2-3). Es este amor de Dios por nosotros el que nunca nos abandona, por muy pesadas que sean nuestras cargas. Su nombre es "Yo soy": Estoy aquí ahora, estaré contigo en el futuro (Ex. 3:13-14).

Este es también el testimonio personal de Arthur, un buen amigo y director de banco, que estuvo a punto de quitarse la vida, después de haber sido descubierto por fraude. En el momento en que se descubrió el fraude y fue despedido, toda su vida se derrumbó. Lo perdió todo de golpe. Su nombre, su reputación, sus ingresos, su credibilidad y su futuro.

Ya no podría conseguir un trabajo en el mundo financiero, ni un puesto alto en los negocios. En el momento en que intentó suicidarse, recordó el curso Alpha que había seguido con unos amigos empresarios (el curso Alpha es un curso que te ayuda a descubrir la fe cristiana). Allí había aprendido que hay un Dios que se preocupa por él y lo ama, independientemente de lo que haya hecho. Esto le salvó de suicidarse.

Porque hay alguien que lo ama y es capaz de darle un nuevo futuro, Arthur sigue vivo. Consiguió otro trabajo y actualmente está en un viaje hacia conocer mejor a este Dios.

Pregunta del día:
Recuerda por un momento alguna circunstancia de crisis personal en el pasado. ¿Qué necesitabas alcanzar?