CONVIÉRTETE en un ÉXITO FRACASANDOMuestra

¿Puede ser el fracaso un impulso en mi vida?

Sí, puede ser. Ahora, eso dependerá de ti. También puede ser lo que más te detenga. Puede ser que sea aquel obstáculo que te pones. Cada vez que piensas en algún proyecto, cada vez que quieres ir adelante el fracaso se te cruza en el camino.

Y el fracaso, ni siquiera como hecho, sino como idea: "¿Y si fracaso?". "¿Y si me va mal?". "¿Y si me vuelve a pasar esto?". Porque ya me pasó una vez. Entonces, como ya me pasó, ya tengo la herida del fracaso, me duele o estoy sufriendo por eso y como estoy sufriendo por eso, no quiero avanzar hacia adelante.

Pero en cambio, si puedo interpretar el fracaso de una manera poderosa, yo lo que puedo hacer es tomar ese hecho, esa situación, eso que sucedió y convertirlo en mi mayor impulsador.

"Me pasó una vez, no me va a pasar dos. Me agarraron una vez, no me agarran dos veces". Tengo que empezar a configurarme, poder decirme a mí misma: "Yo he crecido. No soy la misma persona que fracasó en esa oportunidad. Yo he crecido a causa de ese fracaso. Ese fracaso a mí me hizo ver cosas que antes no veía".

Tengo que aprender, tengo que lograr sacar lo mejor de cada situación. Que mis fracasos sean esa posibilidad para mí de ver lo que no estaba viendo, de aprender y de poder sostener sueños mayores, sueños más grandes, que me impulsen, que me eleven.

Y entender que a partir de ese fracaso, en donde la vida muchas veces parece que te dijera que no lo vas a lograr, no lo están logrando; tú le digas: "Sí, yo puedo, puedo y lo voy a lograr y voy a superar este fracaso y cualquier otro que quiera venir adelante".

¿Por qué? Porque entiendo que cada paso de la vida necesita un fracaso, para que pueda ver lo bueno y lo malo de cada cosa. A veces no entendemos que fracasar en alguna situación es lo mejor que nos puede pasar para que podamos ver y agradecer lo que realmente tenemos.

Porque el fracaso siempre es pasajero. El fracaso es como como una lluvia de verano. Es ese lluviecita que puede mojarte, pero no te va ahogar a menos que te quieras ahogar en eso, a menos que juntes agua de esa pequeña lluvia y metas la cabeza adentro lamentándote por tu fracaso.

Así que el fracaso siempre te puede impulsar, pero es una decisión que tomamos. Es una elección que hacemos cada día, en cada momento, por cada situación que vivimos. Es elegir nuestro futuro, diseñarlo, elegir quiénes vamos a hacer y tomar acción sin dejar que ningún fracaso nos detenga. Por el contrario, usémoslo de combustible para ir hacia adelante.

CONVIÉRTETE EN UN ÉXITO FRACASANDO