El Fruto Del Espíritu Santo.Muestra

Amor

Cuando hablamos del amor según la Biblia, no nos referimos a cualquier tipo de amor. No hablamos del amor egoísta, del amor interesado, del amor que busca algo a cambio. Hablamos del amor que todo lo cubre, del amor que es paciente, bondadoso, que no tiene envidia ni orgullo, que no busca su propio interés, que no se irrita ni guarda rencor. Hablamos del amor que todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. Ese es el amor que Dios nos llama a tener.

El amor es algo más que un sentimiento. Es una elección que hacemos día tras día. Es la elección de ser pacientes con aquellos que nos molestan, de ser bondadosos con aquellos que nos hieren, de perdonar a aquellos que nos ofenden. Es la elección de buscar el bienestar de los demás, de poner sus necesidades por encima de las nuestras. Es la elección de sacrificarnos por aquellos que amamos.

No es fácil amar de esta manera. A veces nos frustramos, nos cansamos, nos enojamos. Pero es importante recordar que este tipo de amor no viene de nosotros mismos. Viene de Dios. Él es la fuente de todo amor verdadero. Si queremos aprender a amar de esta manera, necesitamos acercarnos a Él, conocerlo, escucharlo, confiar en Él. Él es quien nos da la fuerza, la sabiduría, la paciencia, la bondad que necesitamos para amar a los demás.

Así que, si quieres crecer en el amor, recuerda que no estás solo. Dios está contigo. Él te ama incondicionalmente. Y si te acercas a Él, Él te enseñará a amar a los demás de la misma manera. Recuerda siempre estas palabras de Pablo: "Ahora, pues, permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor".