ABC De La Biblia Para Principiantes

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 <div class="chapter ch52" data-usfm="JER.52">
 <div class="label">52</div><div class="ms1">IV. Ep&#237;logo (52)</div><div class="s1">Reinado de Sedec&#237;as</div><div class="r">(2 Re 24,18&#8211;25,2.27-30)</div><div class="p"> 1Sedec&#237;as ten&#237;a veinti&#250;n a&#241;os cuando empez&#243; a reinar, y rein&#243; once a&#241;os en Jerusal&#233;n. Su madre se llamaba Jamital y era hija de Jerem&#237;as, natural de Libn&#225;.#2 Re 24,18&#8211;25,30.</div><div class="p"> 2Sedec&#237;as cometi&#243; acciones mal vistas por el Se&#241;or, siguiendo en ello los pasos de su predecesor Joaqu&#237;n. 3Por eso, Jerusal&#233;n y Jud&#225; sufrieron las consecuencias de la c&#243;lera del Se&#241;or, que los arroj&#243; de su presencia. Sedec&#237;as, por su parte, se rebel&#243; contra el rey de Babilonia.#32,31.</div><div class="s1">Consecuencias de la revuelta de Sedec&#237;as</div><div class="p"> 4El a&#241;o noveno de su reinado, el d&#237;a diez del d&#233;cimo mes, Nabucodonosor, rey de Babilonia, lleg&#243; a Jerusal&#233;n con todo su ej&#233;rcito. Acamp&#243; junto a ella y mand&#243; construir torres de asalto alrededor.#39,1-10. 5La ciudad estuvo sitiada hasta el a&#241;o und&#233;cimo del reinado de Sedec&#237;as. 6El d&#237;a nueve del cuarto mes, el hambre se hizo insoportable en la ciudad y la gente no ten&#237;a nada que comer. 7Entonces el enemigo abri&#243; una brecha en la muralla de la ciudad y todos los soldados, aprovechando la noche, huyeron de la ciudad por una puerta entre las dos murallas, la que da a los jardines reales, mientras los caldeos rodeaban la ciudad, y se marcharon por el camino de la Arab&#225;. 8El ej&#233;rcito caldeo persigui&#243; al rey Sedec&#237;as y le dio alcance en la llanura de Jeric&#243;, al tiempo que las tropas reales se dispersaban, dej&#225;ndolo solo. 9Los caldeos apresaron al rey y lo condujeron ante el rey de Babilonia, que estaba en Ribla, en territorio de Jamat. Y all&#237; mismo dict&#243; sentencia contra &#233;l. 10El rey de Babilonia mand&#243; degollar a los hijos de Sedec&#237;as en presencia de este, y tambi&#233;n hizo degollar en Ribla a todos los nobles de Jud&#225;. 11A Sedec&#237;as le sac&#243; los ojos y se lo llev&#243; encadenado a Babilonia, donde lo encerr&#243; en prisi&#243;n hasta su muerte.#ver 32,5.</div><div class="p"> 12El d&#237;a diez del mes quinto (que corresponde al a&#241;o d&#233;cimo noveno del reinado de Nabucodonosor, rey de Babilonia), lleg&#243; a Jerusal&#233;n Nabusard&#225;n, jefe de la guardia y consejero del rey de Babilonia. 13Incendi&#243; el Templo del Se&#241;or, el palacio real y todas las casas de Jerusal&#233;n, pegando fuego a todos los edificios principales.#ver 37,8; Ez 16,41. 14El ej&#233;rcito caldeo comandado por el jefe de la guardia derrib&#243; las murallas de Jerusal&#233;n. 15Nabusard&#225;n, jefe de la guardia, se llev&#243; deportados al resto de la gente que hab&#237;a quedado en la ciudad, a los que se hab&#237;an pasado al rey de Babilonia y al resto de los artesanos. 16Nabusard&#225;n, jefe de la guardia, solo dej&#243; a unos pocos de la gente humilde del pa&#237;s al cuidado de las vi&#241;as y de los campos.</div><div class="p"> 17Los caldeos destrozaron las columnas de bronce del Templo del Se&#241;or, los pedestales y la pila de bronce que hab&#237;a en el Templo, y se llevaron todo el bronce a Babilonia.#ver 1 Re 7,15-51. 18Tambi&#233;n se llevaron las ollas, palas, cuchillos, aspersorios, bandejas y todos los objetos de bronce destinados al culto. 19El jefe de la guardia se llev&#243; consigo las palanganas, incensarios, aspersorios, ollas, candelabros, bandejas y fuentes destinadas a las ofrendas, tanto lo que era de oro como lo que era de plata. 20Las dos columnas, la pila de bronce, los doce toros de bronce que lo sostienen y los pedestales (todo lo que el rey Salom&#243;n hab&#237;a mandado hacer para el Templo del Se&#241;or) ten&#237;an un peso en bronce incalculable. 21Cada columna med&#237;a unos nueve metros de altura, seis de per&#237;metro y ocho cent&#237;metros de grosor. 22Ten&#237;an sendos capiteles de bronce de dos metros y medio, decorados con trenzados y con granadas, tambi&#233;n de bronce, todo alrededor. 23En cada capitel sobresal&#237;an noventa y seis granadas; y en total, las granadas que hab&#237;a sobre la circunferencia sumaban cien.</div><div class="p"> 24El jefe de la guardia apres&#243; al sumo sacerdote Sera&#237;as, al segundo sacerdote Sofon&#237;as y a los tres porteros. 25Apres&#243; tambi&#233;n en la ciudad a un alto funcionario que estaba al frente de la tropa, a siete miembros del consejo real, que se hab&#237;an quedado en la ciudad, al secretario del jefe del ej&#233;rcito, encargado de reclutar a la gente del pa&#237;s, y a sesenta miembros de esa gente del pa&#237;s que se encontraban en la ciudad. 26Nabusard&#225;n, el jefe de la guardia, los apres&#243; a todos y los condujo ante el rey de Babilonia, que se encontraba en Ribla. 27Y el rey de Babilonia los hizo ejecutar en Ribla, en territorio de Jamat.</div><div class="p">As&#237; fue deportado Jud&#225; lejos de su tierra. 28El n&#250;mero de personas que deport&#243; Nabucodonosor fue el siguiente: el a&#241;o s&#233;ptimo, tres mil veintitr&#233;s jud&#237;os;#2 Re 24,14-16; 25,11-12. 29el a&#241;o d&#233;cimo octavo de Nabucodonosor, ochocientos treinta y dos habitantes de Jerusal&#233;n; 30el a&#241;o vig&#233;simo tercero de Nabucodonosor, Nabusard&#225;n, jefe de la guardia, deport&#243; a setecientos cuarenta y cinco jud&#237;os. El total de deportados ascendi&#243; a cuatro mil seiscientas personas.</div><div class="p"> 31El a&#241;o trig&#233;simo s&#233;ptimo de la deportaci&#243;n de Jecon&#237;as, rey de Jud&#225;, el d&#237;a veinticinco del duod&#233;cimo mes, Evil Merodac, rey de Babilonia, el a&#241;o de su ascensi&#243;n al trono, indult&#243; a Jecon&#237;as, rey de Jud&#225;, y lo sac&#243; de la prisi&#243;n.#2 Re 25,27-30. 32Le dio un trato de favor y le asign&#243; un rango superior al de los dem&#225;s reyes que hab&#237;a con &#233;l en Babilonia. 33Mand&#243; que le quitaran la ropa de preso y lo hizo comensal asiduo de su mesa durante el resto de su vida. 34El rey de Babilonia provey&#243; a su sustento diario de por vida, hasta el d&#237;a de su muerte.</div>
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