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 <div class="book bkJHN">
 <div class="chapter ch5" data-usfm="JHN.5">
 <div class="label">5</div><div class="ms2">Tercer signo (5,1-47)</div><div class="s1">El paral&#237;tico de Betzata</div><div class="p"> 1Despu&#233;s de esto, Jes&#250;s subi&#243; a Jerusal&#233;n con motivo de una fiesta jud&#237;a. 2Hay en Jerusal&#233;n, cerca de la puerta llamada de las Ovejas, un estanque conocido con el nombre hebreo de Betzata, que tiene cinco soportales. 3En estos soportales hab&#237;a una multitud de enfermos recostados en el suelo: ciegos, cojos y paral&#237;ticos.#5,3: paral&#237;ticos: Numerosos mss., aunque no los m&#225;s antiguos y mejores, insertan aqu&#237; los vv. 3b-4 cuyo texto ser&#237;a el siguiente: 3b Estaban esperando el movimiento del agua del estanque, 4 porque de cuando en cuando bajaba un &#225;ngel del Se&#241;or y agitaba el agua. El primero que se met&#237;a en el estanque despu&#233;s de moverse el agua, quedaba curado de cualquier enfermedad que tuviera. 5Hab&#237;a entre ellos un hombre que llevaba enfermo treinta y ocho a&#241;os. 6Jes&#250;s, al verlo all&#237; tendido y sabiendo que llevaba tanto tiempo, le pregunt&#243;:</div><div class="p">&#8212;&#191;Quieres curarte?</div><div class="p"> 7El enfermo le contest&#243;:</div><div class="p">&#8212;Se&#241;or, no tengo a nadie que me meta en el estanque una vez que el agua ha sido agitada. Cuando llego, ya otro se me ha adelantado.</div><div class="p"> 8Entonces Jes&#250;s le orden&#243;:</div><div class="p">&#8212;Lev&#225;ntate, recoge tu camilla y vete.#7,19-24; 9,14 (ver Mt 12,1-2.10-12); Mt 9,6-7 y par.; Lc 13,14.</div><div class="p"> 9En aquel mismo instante, el enfermo qued&#243; curado, recogi&#243; su camilla y comenz&#243; a andar. Pero aquel d&#237;a era s&#225;bado. 10As&#237; que los jud&#237;os dijeron al que hab&#237;a sido curado:</div><div class="p">&#8212;Hoy es s&#225;bado y est&#225; prohibido que cargues con tu camilla.</div><div class="p"> 11&#201;l respondi&#243;:</div><div class="p">&#8212;El que me cur&#243; me dijo que recogiera mi camilla y me fuera.</div><div class="p"> 12Ellos le preguntaron:</div><div class="p">&#8212;&#191;Qui&#233;n es ese hombre que te dijo que recogieras tu camilla y te fueras?</div><div class="p"> 13Pero el que hab&#237;a sido curado no lo sab&#237;a, pues Jes&#250;s hab&#237;a desaparecido entre la muchedumbre all&#237; reunida.</div><div class="p"> 14Poco despu&#233;s, Jes&#250;s se encontr&#243; con &#233;l en el Templo y le dijo:</div><div class="p">&#8212;Ya ves que has sido curado; no vuelvas a pecar para que no te suceda algo peor.#8,11.</div><div class="p"> 15Se march&#243; aquel hombre e hizo saber a los jud&#237;os que era Jes&#250;s quien lo hab&#237;a curado. 16Y como Jes&#250;s no se privaba de hacer tales cosas en s&#225;bado, los jud&#237;os no dejaban de perseguirlo. 17Pero &#233;l les replicaba diciendo:</div><div class="p">&#8212;Mi Padre no cesa nunca de trabajar, y lo mismo hago yo.</div><div class="p"> 18Esta afirmaci&#243;n provoc&#243; en los jud&#237;os un mayor deseo de matarlo, porque no solo no respetaba el s&#225;bado, sino que adem&#225;s dec&#237;a que Dios era su propio Padre, haci&#233;ndose as&#237; igual a Dios.#7,1.19.25; 8,37.40; 10,30.33; 11,53; Mt 12,14; 26,4; Mc 14,1.</div><div class="s1">La autoridad del Hijo</div><div class="p"> 19Jes&#250;s, entonces, se dirigi&#243; a ellos diciendo:</div><div class="p">&#8212;Yo os aseguro que el Hijo no puede hacer nada por su propia cuenta; &#233;l hace &#250;nicamente lo que ve hacer al Padre. Lo que hace el Padre, eso hace tambi&#233;n el Hijo.#5,30; 7,16.18.28; 8,22.42; 12,49; 14,10. 20Pues el Padre ama al Hijo y le hace part&#237;cipe de todas sus obras. Y le har&#225; part&#237;cipe de cosas mayores todav&#237;a, de modo que vosotros mismos quedar&#233;is maravillados.#5,35; 10,25.31-38; 14,10-12. 21Porque as&#237; como el Padre resucita a los muertos, d&#225;ndoles vida, as&#237; tambi&#233;n el Hijo da vida a los que quiere.#11,25; Rm 4,17; Ef 2,5-6.</div><div class="p"> 22El Padre no juzga a nadie; todo el poder de juzgar se lo ha dado al Hijo.#5,27; Hch 10,42; 17,31. 23Y quiere que todos den al Hijo el mismo honor que dan al Padre. El que no honra al Hijo, tampoco honra al Padre que lo ha enviado.#Lc 10,16. 24Yo os aseguro que el que acepta mi palabra y cree en el que me ha enviado, tiene vida eterna; no ser&#225; condenado, sino que ha pasado ya de la muerte a la vida.#3,15-16; 1 Jn 3,14.</div><div class="p"> 25Os aseguro que est&#225; llegando el momento, mejor dicho, ha llegado ya, en que los muertos oir&#225;n la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan volver&#225;n a la vida. 26Pues lo mismo que el Padre tiene la vida en s&#237; mismo, tambi&#233;n le concedi&#243; al Hijo el tenerla, 27y le dio autoridad para juzgar, porque es el Hijo del hombre. 28No os admir&#233;is de lo que estoy diciendo, porque llegar&#225; el momento en que todos los muertos oir&#225;n su voz 29y saldr&#225;n de las tumbas. Los que hicieron el bien, para una resurrecci&#243;n de vida; los que obraron el mal, para una resurrecci&#243;n de condena.#Dn 12,2; Hch 24,15.</div><div class="s1">Testigos a favor de Jes&#250;s</div><div class="p"> 30Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta. Conforme el Padre me dicta, as&#237; juzgo. Mi juicio es justo, porque no pretendo actuar seg&#250;n mis deseos, sino seg&#250;n los deseos del que me ha enviado.#4,34; 5,19 (ver Lc 22,42). 31Si me presentara como testigo de m&#237; mismo, mi testimonio carecer&#237;a de valor.#8,13-14.18; 10,25; 15,26; 1 Jn 5,6-9 (ver Jn 19,35; 21,24). 32Es otro el que testifica a mi favor, y yo s&#233; que su testimonio a mi favor es plenamente v&#225;lido.</div><div class="p"> 33Vosotros mismos enviasteis una comisi&#243;n a preguntar a Juan, y &#233;l dio testimonio a favor de la verdad.#1,15.19-27; 3,22-30. 34Y no es que yo tenga necesidad de testimonios humanos; si digo esto, es para que vosotros pod&#225;is salvaros. 35Juan el Bautista era como una l&#225;mpara encendida que alumbraba; y vosotros estuvisteis dispuestos a alegraros por breve tiempo con su luz. 36Pero yo tengo a mi favor un testimonio de mayor valor que el de Juan: las obras que el Padre me encarg&#243; llevar a feliz t&#233;rmino, y que yo ahora realizo, son las que dan testimonio a mi favor de que el Padre me ha enviado.#1 Jn 5,9.</div><div class="p"> 37Tambi&#233;n habla a mi favor el Padre que me envi&#243;, aunque vosotros nunca hab&#233;is o&#237;do su voz ni hab&#233;is visto su rostro.#8,18 (ver Mt 3,17; Mc 1,11; 2 Pe 1,17). 38No hab&#233;is acogido su palabra como lo prueba el hecho de que no hab&#233;is cre&#237;do a su enviado.#6,29. 39Estudi&#225;is las Escrituras pensando que contienen vida eterna; pues bien, precisamente las Escrituras dan testimonio a mi favor.#1,45; 2,22; 5,46; 12,41; 19,28 (ver Lc 24,27.44-46; 2 Pe 1,11). 40A pesar de ello, vosotros no quer&#233;is aceptarme para obtener esa vida.</div><div class="p"> 41Yo no busco honores humanos. 42Adem&#225;s, os conozco muy bien y s&#233; que no am&#225;is a Dios.#2,25. 43Yo he venido de parte de mi Padre, pero vosotros no me acept&#225;is; en cambio, aceptar&#237;ais a cualquier otro que viniera en nombre propio. 44&#191;C&#243;mo vais a creer, si solo os preocup&#225;is de recibir honores los unos de los otros y no os interes&#225;is por el verdadero honor, que viene del Dios &#250;nico?#7,18; 8,49-50. 45Por lo dem&#225;s, no pens&#233;is que voy a ser yo quien os acuse ante mi Padre; os acusar&#225; Mois&#233;s, el mismo Mois&#233;s en quien ten&#233;is puesta vuestra esperanza.#Dt 31,26-27 (ver Hch 3,22-23). 46&#201;l escribi&#243; acerca de m&#237;; por eso, si creyerais a Mois&#233;s, tambi&#233;n me creer&#237;ais a m&#237;. 47Pero si no cre&#233;is lo que &#233;l escribi&#243;, &#191;c&#243;mo vais a creer lo que yo digo?#Lc 16,29-31.</div>
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El Amor de Dios en JuanMuestra

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