Devocional del día | EneroMuestra

La maldad del hombre

Pasaje central: Génesis 6:12-18

Al ver Dios tanta corrupción en la tierra, y tanta perversión en la gente, le dijo a Noé: «He decidido acabar con toda la gente, pues por causa de ella la tierra está llena de violencia. Así que voy a destruir a la gente junto con la tierra. Constrúyete un arca de madera resinosa, hazle compartimentos, y cúbrela con brea por dentro y por fuera. Dale las siguientes medidas: ciento cuarenta metros de largo, veintitrés de ancho y catorce de alto. Hazla de tres pisos, con una abertura a medio metro del techo y con una puerta en uno de sus costados. Porque voy a enviar un diluvio sobre la tierra, para destruir a todos los seres vivientes bajo el cielo. Todo lo que existe en la tierra morirá. Pero contigo estableceré mi pacto, y entrarán en el arca tú y tus hijos, tu esposa y tus nueras.

Dios en su misericordia establece su pacto con Noé a pesar de que la tierra estaba corrompida, no fue el arca lo que salvó a Noé, ése fue el medio por el cual fue posible que fuese salvo, lo que realmente salvó a Noé fue el acuerdo de Dios con él.

La palabra y la promesa de Dios fueron lo que le salvaron.

Y hoy en día tú y yo tenemos un pacto vigente con Dios a través de Cristo Jesús.

A pesar de la maldad en la humanidad, Dios envió a su único hijo por expiación por el pecado, Hebreos 10:5-7 dice: “Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; más me preparaste cuerpo. Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron. Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, como en el rollo del libro está escrito de mí”.

Medita: ¿Estoy consciente que a pesar de mis fallas Dios tiene cuidado de mí?