Exploremos el libro de Hechos: comunidad misionalMuestra

La nueva comunidad

El derramamiento del Espíritu Santo en Pentecostés brindó a Pedro la oportunidad de proclamar con valentía la muerte y resurrección de Jesús. Horrorizados al darse cuenta de que habían ejecutado al Mesías, 3.000 miembros de la multitud se arrepintieron y declararon públicamente su lealtad al Señor Jesús mediante el bautismo. Día tras día, la joven Iglesia se reunía en el templo para aprender de los apóstoles y orar, mientras éstos realizaban señales y prodigios. Día tras día, se reunían en hogares para comer juntos, disfrutar del compañerismo y satisfacer las necesidades prácticas de los demás. La obra del Espíritu era evidente en todos los aspectos, pues había nacido una verdadera comunidad misional.

Lea Hechos 2:36-47 y luego considere:

1. ¿Qué revela la respuesta de la multitud a la predicación de Pedro sobre la obra del Espíritu Santo? ¿Por qué es significativo que se les prometiera el don del Espíritu Santo si respondían al llamado de Dios?
2. La vida comunitaria con otros creyentes es parte integrante de la vida cristiana básica. En sus propias palabras, describa las actividades y características de la comunidad cristiana primitiva.
3. ¿Qué tenía de atractivo este grupo de creyentes? ¿Cómo influyó su vida en común en su misión?
4. Observe la progresión misional en este pasaje: una predicación clara sobre la identidad de Jesús que llevó a la convicción, al arrepentimiento, al bautismo, a recibir el perdón y el Espíritu Santo, y un compromiso profundo con la vida comunitaria que a su vez llevó a que más personas creyeran y se unieran a la comunidad. En el contexto de su iglesia, ¿hay brechas en esta progresión? De ser así, ¿cómo pueden abordarse esas brechas?