168, ¡ni más ni menos!Muestra

El tiempo en la pareja

Cuando uno se casa, se convierte en una sola carne con su cónyuge. Pero eso no es todo, nuestras agendas también se fusionan. No me refiero a nuestra planificación, sino al tiempo que tenemos para cumplir el plan de Dios para nuestra pareja.

Tenemos una misión individual, pero también tenemos una misión común que cumplir.

Señores, la tarea de su esposa no es solo ayudarle a cumplir la suya, sino también ayudarla a cumplir la suya y asegurarse de que ustedes juntos cumplen su destino como pareja.

Con la llegada de los hijos, la mujer aumentará su implicación en la familia. Rápidamente, nos quedamos sin tiempo. Y, como esposo, tuve que entender mi papel como administrador del tiempo familiar.

Si no me involucro lo suficiente en la familia, entonces mi mujer no tendrá tiempo para hacer lo que Dios le pide, por culpa mía. Así que tengo que renunciar a hacer cosas buenas o legítimas para que ella pueda tener tiempo. Como no puedo ser recompensado por lo que Dios no espera de mí, debo tener cuidado de no hacer perder el tiempo a mi esposa, lo que la privaría de sus recompensas a ella. Además, como líder espiritual del hogar, Dios me hace responsable del desarrollo de mi esposa.

El apóstol Pablo no tenía ni esposa ni hijos. Él mismo dijo que un hombre casado no sólo debe cuidar de su pareja, sino también tratar de complacerla, lo que es mucho más exigente que el "mínimo requerido".

Aunque los padres deben participar en el hogar, la madre tiene un papel importante en función de la edad de los niños. No cedas a la tentación de huir de casa para intentar brillar en la sociedad antes de que llegue el momento. Brilla por tus hijos! Eres irremplazable para ellos. Ten por seguro que pronto crecerán y no te arrepentirás de lo que has invertido en sus vidas. Pocas mujeres al final de su vida se arrepienten de haber cuidado de sus hijos o de no haber dedicado suficiente tiempo al trabajo. Les invito a leer el plan titulado "Una familia al completo" en el que hablo de la importancia de los niños.

David Théry
Enseñanzas prácticas para experimentar a Dios