Crisis, Te Presento a CristoMuestra
Los términos de la siembra y la cosecha son fundamentales en la vida de un creyente. En muchas ocasiones, sino es que en la mayoría de ellas, desearíamos omitir la parte de la siembra y enfocarnos únicamente en la cosecha (recibir) sin ningún esfuerzo involucrado. U obtenerla de la manera como cuando calentamos algo en el microondas que, inclusive, esperamos frente a él, porque sabemos que el tiempo de espera será corto e inmediato.
Muchas veces las bendiciones que recibimos son por misericordia y gracia de Dios, otras son producto, consecuencia o efecto de nuestras acciones, y se requiere de paciencia a la hora de cosechar. Y sí, sin siembra no hay cosecha, por ende, se necesita sembrar y se necesita precisión al hacerlo.
Paciencia, precisión y fe, tres acciones o frutos que a veces nos resultan difíciles. ¿Cuántas veces hemos permitido que el enemigo juegue con nuestra mente y corazón para que nuestra fe se debilite? ¿Cuántas veces hemos pensado que las promesas de Dios no pasarán o que Él se olvidó de ellas? Pero Dios no miente y nunca llega tarde. Siempre en (Su) tiempo. Al final de cuentas, Dios es el que da el crecimiento, pero nuestra fe estimula la tierra y la semilla.
El ejemplo perfecto de esto es cuando vamos a un restaurante de comida rápida, ordenamos nuestra comida, esperando a que esté “bien hecha”. Eso básicamente garantiza que nuestra comida estará fresca. Luego de ordenar, los cajeros nos piden que avancemos en la fila y nos coloquemos en el puesto de entrega para recibir nuestro pedido. Todo parece que marcha bien, hasta que vemos a nuestro alrededor y somos testigos de que las personas que ordenaron después de nosotros, reciben sus pedidos antes que nosotros. ¿Irónico no?
Con este ejemplo quizás simple, pero común, en el que se presenta un momento de ansiedad al tener hambre y ver que todos los demás están disfrutando sus alimentos y nosotros no, nos damos cuenta que las promesas de Dios operan de una forma similar. Pensamos en las constantes ocasiones en las que nuestras promesas “se retrasan”. PERO, en lugar de mostrar ansiedad o impaciencia, podemos enfocar nuestras emociones y pensamientos en que nuestras promesas y bendiciones están siendo preparadas de forma: BIEN HECHA.
Sí, quizás las personas con menos experiencia te han pasado o rebasado. Sí, tal vez las personas que no tienen experiencia te han pasado o rebasado. Pero debes saber esto, tus promesas están en camino; y cuando Dios hace algo… Siempre lo hace: “Bien Hecho”.
Escritura
Acerca de este Plan
A veces nos preguntamos por qué tardamos en recibir lo que tanto anhelamos, en especial, cuando nos hemos esforzado por tenerlo. En este devocional, encontramos algunos elementos que nos ayudan a tener fe en que Dios nunca llega tarde y que cumple sus promesas y propósitos en nuestras vidas, pero lo hace conforme a Su amor eterno y perfecta voluntad.
More
Nos gustaría agradecer a Adarga Entertainment Group LLC por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://officialmariorivera.com/info