Liberándote de la PornografíaMuestra

¡Enhorabuena por seguir este camino! Es increíble que hayas llegado hasta aquí y el Señor va a premiar mucho tu esfuerzo dándote la gracia que necesitas para ser liberado.

Hoy quiero invitarte a reflexionar sobre un hecho importante, aunque duro. No para que vivas con una mayor culpa sino con una mayor conciencia y responsabilidad.

Vencer la batalla con la pornografía es algo que va más allá de ti mismo. Esta no solamente te daña a ti y a tu familia presente y futura, sino que tiene un gran impacto social. La industria de la pornografía es verdaderamente malvada y se mueven sólo por dinero. Por ello, no tienen reparos en abusar, maltratar o hacer lo que sea necesario para ganar cada vez más a costa de quien sea. Pienso que es bueno que sepas cuál es el impacto de su consumo a nivel social.

Por un lado, lo que sucede dentro de la industria es aterrador. Hablando una vez con un joven que trabajó en este ámbito empezó a contarme algunas cosas y tuve que pedirle que no siguiese haciéndolo porque era demasiado duro para mí. Me explicó cómo extorsionan a chicas para conseguir enrolarlas en ese mundo y como muchas de estas se suicidan por formar parte de ello. También me dijo que en los rodajes hay agresiones físicas, sexuales e incluso violaciones que se graban y suben a Internet. Me dijo que a las chicas deben drogarlas antes de grabar para que puedan soportar lo que ahí sucede y también me dijo que los vídeos tienen muchos cortes porque durante el rodaje la chica se pone a sangrar o vomitar y tienen que cortar esa escena. Si buscas en internet, encontrarás escalofriantes testimonios de mujeres silenciadas que han sido violadas y cuyos vídeos están en esas plataformas. Para que te hagas una idea, la plataforma más famosa de videos pornográficos fue presionada por las empresas de Visa y MasterCard para retirar videos de violaciones reales y pedofilia de su web y esta pasó de tener 13 millones de videos alojados a apenas 3 millones después de hacerlo.

Por otro lado, la escalada de la adicción provoca que cada vez se necesite un contenido más grotesco y por eso muchos acaban consumiendo pornografía infantil sin tener estas inclinaciones previamente. Muchos niños son abusados sexualmente y grabados para generar este tipo de contenido que se sube a Internet.

Además, seguramente si ves las noticias estarás observando la creciente cantidad de casos de abusos sexuales entre menores. Niños de 9 o 10 años que abusan en grupo de una niña de 6, por ejemplo. En España la media de inicio de consumo son los 8 años y, como las neuronas espejo del cerebro hacen que queramos reproducir aquello que vemos, un niño pequeño que consume durante horas este contenido no tiene capacidad de gestionarlo y buscará reproducirlo. Y no sólo niños, muchos abusadores sexuales, Ted Bundy por ejemplo, señalan a la pornografía como aquello que les llevó a querer violar a chicas. No significa que todos los que ven pornografía acaben violando, pero sí hay una clara relación entre una cosa y la otra.

Toda esta realidad la fomentamos cuando pinchamos en un vídeo de esta clase, pues un clic da dinero a esta industria. Las personas que se ven en pantalla tienen vidas, historias y heridas que las llevan ahí. Son hijas y hermanas con sueños e ilusiones, con familias desestructuradas, con un anhelo enorme de ser amadas, que sufren lo indecible. No debemos aprovecharnos de su dolor para procurar satisfacer nuestros deseos.

Como cristianos debemos combatir esta realidad del mal. Primero, orando. Por todas las personas a las que has visto y que has observado simplemente como objetos. Ahora personalízalas y ora por ellas. Segundo, lucha con tu adicción para no ver a toda costa, no sólo por ti, sino por el impacto social y cómo tantas personas, incluso niños, se pueden ver perjudicados. Por último, crea conciencia y habla sin tabús de lo perjudicial que es para quien la ve y para la sociedad.

Y te insisto de que esto no es para generar una mayor culpa, sino una mayor concienciación, y que, si en un momento dado no te sientes capaz de vencer la tentación por ti mismo, piensa en el mal que genera para otros.

Después de orar por esta situación, dedica un rato a preguntarle al Señor qué puedes hacer tú y cómo puede usar Él tu vida para ayudar a tantas personas.

Te pedimos Señor que salves a todas las personas que se ven enroladas en esa industria, que sanes especialmente a los que son abusados. Te pedimos por todos los niños que consumen y han sufrido abusos por culpa de la pornografía. Tú eres más grande que el pecado y que el mal. Ven a sanar y restaurar. Te lo pedimos en el nombre de Jesús, amén.