Liberándote de la PornografíaMuestra
¡Estás a punto de hacer una semana… enhorabuena!
Hoy quiero que te prepares para los momentos duros porque el camino es largo y es necesario prepararse para las caídas. Desconozco con qué frecuencia consumías, pero es posible que llegados a este punto la abstinencia empiece a hacerse algo dura. Tu cerebro empieza a notar la falta de dopamina y puede que te sientas más ansioso.
Quizá es lo contrario, estás lleno de ánimo, alegre y te ves con fuerzas.
¡Gracias a Dios por cómo estás sea como fuere!
Si estás bien, gracias por eso, aprovecha el tirón. Si has tenido caídas vamos a aprender hoy a gestionarlas.
Lo importante y principal, espero que estés haciendo deporte todos los días. Quizá en este punto puedes aumentar cinco minutillos más a tu rutina. Si ya lo que haces te está costando, entonces mantenlo, pero nunca te rindas. Y si tienes agujetas es un maravilloso recordatorio de tu lucha.
¿Qué hacer si tengo una caída?
Lo principal, hablarlo con tu ancla. Es fundamental rendir cuentas y contarle a la otra persona que tuviste una caída. La vergüenza por contarlo será muchas veces lo que te impida caer. Además, sé rápido, hazlo en el mismo día o al día siguiente. Si lo pospones entrarás en un bucle de caídas que te desanimará mucho.
¡Si caes no te desanimes!
Lo siguiente que tienes que hacer esforzarte a hacer oración y pedir perdón a Dios. Por cómo nos han educado, muchos tendemos a alejarnos de Dios cuando pecamos porque nos sentimos indignos y pensamos que no merecemos su amor ni estar con Él. Dios no quiere eso. Quizá tienes una caída y sientes tanta vergüenza que no quieres acercarte a la presencia de Dios, pero Él quiere que vayas, por eso nos envió a Jesús. Gracias a su sacrificio Él nos ve como a su hijo sin mancha, por eso, reconoce tu pobreza, tu necesidad de Él y entrégale tu camino y tu lucha.
En nuestra relación con Dios el punto no es tanto actuar de forma perfecta sino dejar que Él nos use con nuestro pecado. Debemos esforzarnos por ser santos como Él es santo pero la santidad es suya no nuestra y depende de Él. Por eso, cuando caigas, recuérdate que sólo Dios es santo, que Él te quiere y que su amor no depende de lo que tu hagas, sino simplemente de tu existencia.
Levántate siempre, dale a gracias a Dios por la lección de humildad y vuelve a pelear confiando en Él. Lee tu carta de despedida si necesitas más motivación y vuelve a ello. ¿Debo empezar desde 0 el plan? No necesariamente, salvo que lo consideres tú necesario porque te has saltado algún paso. Si lo llevas al día y diligentemente sigue con normalidad. Lo que sí debes reiniciar es tu calendario de éxitos. Así también te darás cuenta de que cada vez que lo intentas puedes estar más tiempo sin consumir.
Lee a continuación el texto de Isaías y escucha como Dios habla a tu corazón y declara esas verdades sobre ti. Léelo las veces que sean necesarias hasta que cale en ti y te lo sepas de memoria. Después, te animo a que simplemente disfrutes en la presencia de Dios y le alabes porque es bueno. Que Dios te bendiga.
Escritura
Acerca de este Plan
Este plan es un camino de 30 días para comenzar a liberarte de la pornografía de forma efectiva. De la mano de Dios, emprenderás el cambio de vida que necesitas para poder liberarte de esta adicción.
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Nos gustaría agradecer a Cristina Cons Rodríguez por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.criscons.com/