"El hombre, en su diseño original, no fue creado para estar solo".

Se han escrito infinidad de canciones, poemas y novelas que tratan siempre de exaltar la soledad. En nuestro léxico latino, es común la expresión:“Más vale solo que mal acompañado”. Pero, ¿estamos diseñados para vivir en soledad?

Cuando Dios estaba creando al hombre, advirtió de inmediato una necesidad en él, la de estar acompañado. Verdaderamente, pienso que la mujer no fue creada para llenar una necesidad del hombre concebida por él mismo, pero creo firmemente que fue Dios quien la puso en él para suplirla con el ser más hermoso de la creación, la mujer.

Pareciera un juego raro de palabras, pero la realidad es así. En el diseño original de Dios, en Su mente, ya estaba la pareja como esa célula de la cual se habría de multiplicar la especie humana.

Muchas veces tomamos esto como algo menor. No le damos la importancia que debería tener, y esto lo ha aprovechado el enemigo muy astutamente, tratando de deshacer el modelo de pareja con tanta influencia de diversidad de género y otras cosas que vemos hoy.

Volvamos al origen, apreciemos el diseño de Dios para nosotros y vivamos una vida matrimonial plena, sabiendo que Dios está detrás de este plan perfecto.