Cómo Compartir Mi Fe Con Mi Familia Y AmigosMuestra
Compartir la fe con mi familia es un mandamiento
Cuando recién nos convertimos a Cristo, arde un deseo dentro de nosotros de compartir la Buena Nueva de nuestra salvación con otras personas. Tenemos un gozo que sobreabunda dentro de nosotros que surge del saber que hemos sido perdonados por Cristo. Hemos sido salvos. Somos al fin libres en Jesús. Queremos que nuestra familia y amigos conozcan la gracia salvadora que nos ha sido entregada.
Sin embargo, luego de un tiempo, nuestro entusiasmo inicial va desapareciendo. Muchas veces, para los cristianos es difícil compartir el Evangelio, especialmente entre familiares y amigos cuyos corazones han sido endurecidos hacia la fe. Algunos cristianos terminan sin compartir su fe con otras personas, pues piensan que es un asunto privado. No obstante, Jesús les encomendó a sus discípulos que vayan y prediquen el evangelio a todas las personas en todo el mundo, que hagan discípulos y los bauticen. ¿Entonces, de qué manera práctica y efectiva pueden los cristianos compartir su fe con familiares y amigos?
Para empezar, necesitamos recordar que compartir el Evangelio es un mandamiento de Cristo. Él espera esto de sus discípulos. Necesitamos orar y pedirle al Señor que reavive el mismo fuego que ardía dentro de nuestros corazones cuando nacimos de nuevo. El Apóstol Pablo, el mayor apóstol que jamás vivió y quien escribió un tercio del Nuevo Testamento, dijo que se sentía constantemente motivado a predicar el Evangelio a todas las personas, en todos lados. Aun agregó que era algo «terrible para él» el no poder compartir su fe. Dios espera de nosotros, quienes hemos sido salvos por gracia, que seamos testigos de esta misma gracia con las personas que amamos.
Asimismo, necesitamos recordar que Cristo no solo nos encomendó que compartiéramos el Evangelio con otras personas, sino que también nos dio la fuerza del Espíritu Santo para que lo hiciéramos. Él les dijo a sus discípulos que recibirían poder del Espíritu Santo para ser sus testigos. En otras palabras, no estamos solos cuando compartimos nuestra fe. El Espíritu Santo siempre está allí para ayudarnos. Él nos dará las palabras correctas para decir. Él nos dará poder para orar por los demás cuando compartamos el Evangelio. Nuestras oraciones serán contestadas, y sucederán milagros mientras obedezcamos a Dios y compartamos nuestra fe con nuestra familia y amigos.
Acerca de este Plan
Cristo encomendó a sus discípulos compartir el Evangelio con el resto del mundo. Como cristianos tenemos una pasión especial para que nuestros seres queridos conozcan la gracia salvadora de Dios. Sin embargo, no siempre sabemos cómo compartir nuestra fe con nuestros familiares no cristianos. A través de la oración, la sabiduría y la Palabra de Dios, podemos aprender a compartir el Evangelio de una forma efectiva.
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Nos gustaría agradecer a Walking In Grace / Richard Caldwell por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://straighttruth.net/