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Ya No Amo a Mi CónyugeMuestra

Ya No Amo a Mi Cónyuge

DÍA 2 DE 6

El matrimonio no es un sentimiento

En nuestros matrimonios, todos pasamos por diferentes estaciones. A veces, nuestras relaciones se sienten grandes y satisfactorias. Sentimos que estamos realmente enamorados el uno del otro. Estamos en un buen lugar juntos. En otras ocasiones, sucede que nos sentimos estresados y frustrados. Incluso podemos estar enojados con nuestro cónyuge. ¿Qué hacemos cuando no sentimos amor hacia la persona con la que nos casamos?

El problema es que tenemos un concepto cultural de amor: pensamos que el amor es un sentimiento. Desde el punto de vista bíblico, el amor no es ante todo un sentimiento. Nuestros afectos pueden ser influenciados por el amor; sin embargo, el amor es principalmente devoción. Es un compromiso. Podemos elegir amar. De hecho, la Biblia nos ordena amar a nuestros enemigos. Sin duda, cuando se nos manda amar a nuestros enemigos, podemos elegir amar a nuestro cónyuge. Algunos días, es posible que no tengas ganas de amar a tu cónyuge. En esos días, necesitas recordarte a ti mismo amar a tu cónyuge. Puesto que se nos manda amar, elegir no amar es un pecado. Debemos obedecer a Dios y obedecer la Escritura, nos apetezca o no.

También necesitamos entender que vivimos en una cultura donde el enamoramiento y el noviazgo son las relaciones en las que «se enamoran» dos personas antes de casarse; es el tiempo donde las personas eligen a su cónyuge. A lo largo de la historia humana, sin embargo, se arreglaron matrimonios. Por supuesto, algunos padres permitían que sus hijos tuvieran voz y voto en el asunto. Sin embargo, la Palabra de Dios también requería amor en un matrimonio arreglado. El amor es fidelidad. Si se mandó a los creyentes a permanecer fieles a la persona con la que estaban dispuestos a casarse, en consecuencia, necesitamos permanecer fieles a la persona con la que elegimos casarnos.

El amor es una opción para permanecer fiel día tras día. Es una decisión de hacer lo correcto aun cuando no nos sentimos locamente enamorados de nuestro cónyuge. Para amarlos en los días que nos traen rosas o nos cocinan una deliciosa comida que nos gusta. También necesitamos amarlos en los días que nos ofenden. El amor es una opción para hacer lo correcto. Elegimos primero amar; entonces, nuestro sentimiento seguirá. Necesitamos nuestras decisiones para dirigir nuestros sentimientos, no al revés.

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Acerca de este Plan

Ya No Amo a Mi Cónyuge

El matrimonio, una relación hermosa. Sin embargo, también puede ser un compromiso difícil de mantener en la sociedad actual. Muchos cristianos luchan con el concepto de matrimonio en una cultura llena de divorcios e infidelidad. Este devocional pretende ayudar a los cristianos a ver el matrimonio desde la perspectiva de Dios. Una vez que se toma la perspectiva adecuada, el matrimonio puede ser un compromiso con felicidad de por vida.

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Nos gustaría agradecer a Walking In Grace / Richard Caldwell por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://straighttruth.net/