La Crianza De Los HijosMuestra

Nadie nos enseña a ser padres

Nos da mucho gusto que nos acompañes en esta serie sobre la crianza de los hijos. Somos Jorge y Aimeé Salazar, y estamos seguros de que este tiempo será de gran bendición.

Abordar la crianza de los hijos es un tema que tratamos con temor del Señor. Hemos cometido muchos errores y aprendido a la mala. Sin embargo, al ver crecer a nuestros hijos y madurar nuestro matrimonio, hemos ayudado a otros padres y comprendido que Dios es quien nos sostiene y redime nuestras fallas, dándonos la sabiduría necesaria para criar a nuestros hijos según Sus caminos.

Nadie nace sabiendo cómo ser padre. Aunque hay muchos recursos disponibles, no todos son confiables. Algunos ignoran el diseño de Dios y otros, aunque basados en la Biblia, parecen tratados teológicos sin ejemplos prácticos. El criterio para criar se forma en gran parte con el ejemplo de nuestros propios padres. Los valores, hábitos, tradiciones y hasta la fe se transmiten de generación en generación.

En el matrimonio, cada uno tiene valores y ideas preconcebidas. Si no nos ponemos de acuerdo, crearemos un caos familiar. Por ejemplo, si uno valora comer juntos y el otro no, los hijos recibirán mensajes contradictorios, creando una dinámica compleja donde se alían con quien más les conviene en cada momento, causando conflictos innecesarios.

Comenzamos a ser padres con nociones imperfectas sobre la paternidad. Necesitamos ayuda porque somos falibles. La Biblia ofrece el ejemplo perfecto de paternidad en Dios, así como ejemplos de lo que no debemos hacer, como David, Lot, Elí y Rebecca, quienes fallaron en disciplinar y proteger adecuadamente a sus hijos.

El impacto que tenemos en nuestros hijos los acompañará toda la vida. La mejor educación está fundamentada en el temor y amor del Señor. Enfocaremos estas sesiones en áreas como la paternidad de Dios, indicaciones bíblicas para los padres, problemas comunes, temperamentos difíciles y patrones de conducta nocivos.

No pretendemos saberlo todo ni que nuestros tres hijos sean perfectos. Son imperfectos como todos nosotros, pero por la gracia de Dios, tienen una relación personal con Cristo y pelean sus batallas de la mano del Espíritu Santo. Si todo dependiera solo de nosotros, habría sido un desastre. Dios ha redimido nuestros errores y nos ha mostrado el camino.

Es esencial que ambos padres se pongan de acuerdo en la educación de sus hijos y usen la Biblia como guía. No sirve de nada tener conocimiento sin ponerlo en práctica. Santiago lo dice así: “Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras”.

Les recomendamos apartar tiempo como pareja para discutir diferencias y leer el Salmo 119 para entender la importancia de una educación basada en las Escrituras, que ordenan nuestros pasos, nos protegen de la iniquidad y nos dan sentido moral. No es fácil ser buenos padres cristianos, pero no estamos solos; tenemos al Espíritu Santo, el consejo de Dios, a nuestra pareja y personas de las que podemos aprender.

La próxima sesión hablaremos de la importancia de la disciplina y cómo aplicarla según la Palabra de Dios. No te la pierdas.