El Espíritu Santo, Compañero De JesúsMuestra

El Espíritu Santo, compañero de Jesús

JESÚS INTRODUCE EL ESPÍRITU SANTO

IDEAS BÁSICAS

• Como Juan el Bautista presentó a Jesús, así Jesús presenta al Espíritu Santo, que será enviado desde el Cielo después de Su ascensión.

• Este anuncio fue hecho por el poder del Espíritu Santo y tuvo un efecto muy poderoso en los presentes.

• La venida del Espíritu Santo a la tierra tendrá lugar después de la ascensión de Jesús al Cielo, y Él continuará la obra de Jesús en la tierra, tendrá la influencia del agua viva, que traerá vida eterna a los corazones de los hombres por influencia divina.

Sabiendo que su tiempo y su misión en esta tierra son limitados, Jesús presenta al Espíritu Santo. Hace este anuncio bajo la unción y la autoridad del Espíritu Santo de una manera tan poderosa que se produce un poderoso efecto espiritual en todos los oyentes presentes. Hablando del Espíritu Santo, Jesús dice que sólo aquellos en cuyos corazones nazca una sed espiritual serán cobijados por esta llenura del Espíritu. Será también un proceso proactivo de recepción del Espíritu Santo, como beber agua. El Espíritu Santo transforma la vida del renacido y conduce el alma cambiada de tal manera que, en algún momento, domina plenamente el corazón humano, liberándolo de todo lo que es natural, y su vida cambiará por completo. La presencia del Espíritu Santo en la vida del creyente nacido de nuevo produce un efecto de derramamiento de bendición en la vida de otras personas, que serán conducidas a la salvación y recibi-rán la vida eterna. Esta venida del Espíritu Santo debía tener lugar tras la glorificación de Jesús, es decir, tras la consumación de su obra salvadora, la resurrección y la Su ascensión al Cielo. La promesa se cumplió en Pentecostés, cincuenta días después de la ascensión de Jesús. Desde entonces el Espíritu Santo ha estado trabajando poderosamente en las vidas de las personas que le obedecen, man-teniendo esta llenura cada día. Todos los que tienen la llenura del Espíritu Santo no sólo son victoriosos sobre todas las tentaciones y pecados, sino que tienen una alegría continua en sus corazones, con gran impacto en los que les rodean. El apóstol Pedro es un ejemplo elocuente de la diferencia que el Espíritu Santo marca en la vida del hombre. Si en la crucifixión de Jesús Pedro lo negó, después de la llenura del Espíritu Santo en Pentecostés vemos a Pedro proclamando audazmente el Evangelio a una multitud. Esto significa que la llenura del Espíritu Santo quita el miedo y da poder a los llenos del Espíritu.