PensamientosMuestra

Una de las cosas que más me gusta hacer es derribar cosas. Me encanta tanto construir torres con bloques de plástico o madera, para más tarde derribarlas ¡Me pone tan contenta!

Las veces que hemos hecho remodelaciones en casa, he podido experimentar también lo bien que sienta romper cosas que ya no valen, o incluso destruir muros a martillazos. De alguna manera, ayuda a liberar el estrés en medio del caos que siempre se produce en esos momentos, lo que más me anima es el pensar en lo bien que va a quedar todo cuando ya esté terminado.

Nuestra mente está plagada de ideas que hemos recibido desde nuestra niñez, y si bien muchos de esos pensamientos son buenos y edificantes, bastantes de ellos nos afectan negativamente. Pensamientos tales como “soy fea/o”, “no valgo para nada”, “Dios no me escucha”, “todo me sale mal” y se arraigan a veces tanto en nuestro ser, que forman parte de nosotros. Sin embargo, son mentiras de las tinieblas, y tenemos que aprender a derribarlas, a demolerlas por completo.

Dios te ha dado una serie de armas poderosas para destruir esas mentiras. La Biblia dice que “las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” (2 Corintios 10:4-5).

Hoy es el día para derribar las fortalezas en tu mente. No dejes que habite en ti ni uno solo de esos pensamientos del pasado: derríbalos con la Verdad de Dios, y disfruta sobre tu vida las promesas y bendiciones que Él ha preparado para ti. Aprovecha unos minutos hoy para identificar al menos uno de esos malos pensamientos en tu mente, y para reemplazarlo con lo que Dios dice.

¡Verás lo bien que se siente!