Las Pruebas Nos FortalecenMuestra

Abraham, fortalecido por las pruebas

"Luego el ángel dijo: — ¡Detente! No le hagas daño al muchacho. No le hagas nada, porque ahora sé que tú respetas y obedeces a Dios. No le negaste a tu único hijo. Luego Abraham levantó la mirada y vio un cordero enredado por los cuernos en un arbusto" (Génesis 22:12-13).

Dios le dio a Abraham el milagro del nacimiento de su hijo Isaac. Cuando creció Isaac, el Señor le pidió que le entregara a su hijo en sacrificio. Fue en ese momento cuando la fe de Abraham fue verdaderamente probada. Abraham estuvo dispuesto a sacrificarlo porque su fe en Dios era firme, aunque fue muy difícil y doloroso para él, no le negó a Dios su hijo.

La vida de fe requiere que podamos entender lo que Dios quiere de nuestras vidas. Dios le pidió a Abraham su hijo en sacrificio, pero al ver la fidelidad de su siervo, le mostró un cordero enredado por los cuernos en un arbusto, este cordero es la figura de Cristo, el hijo de Dios. La presencia de Dios con Abraham e Isaac en ese acto de adoración, fortaleció la fe de Abraham al ver la provisión de la salvación.

A veces pensamos que la bendición es tener lo que nosotros queremos que Dios nos dé, como el auto nuevo, la casa nueva, pero la bendición no está en las cosas, la bendición está en su presencia, que nos acompaña dondequiera estemos. Podemos estar en la cima de la montaña con la victoria más grande o estar en el valle de sombra y muerte, pero su presencia nos acompaña, y esa es la bendición de Dios en nuestras vidas. Permanecemos firmes en la fe, no por lo que recibimos de Dios, sino por el hecho de amar y de gozarnos en su presencia.

Oración: Señor, ayúdame a ser consciente de tu presencia en mi vida, a ser fortalecido en medio de las pruebas y aprender a rendirte siempre todo lo que tengo y soy para darte la gloria a ti. Amén.