¿Se Puede Ser Cristiano Sin Iglesia?Muestra

¿Cómo fortalecer el vínculo con otros cristianos en la iglesia? Esta es una pregunta que todo creyente debe explorar. Toda relación requiere esfuerzo e intencionalidad. Las que tenemos en la iglesia con otros hermanos son de igual importancia. Por lo que requieren el mismo esfuerzo e intencionalidad que le damos a otras.

Primero lo primero, la Biblia nos dice en el evangelio de Mateo:

«Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas» (Mateo 22:36-40 RVR1960).

Debemos entender que relacionarnos y amar al prójimo es un mandamiento. No se trata solo de convivir y tratar de cerrar el servicio dominical sin incidentes. Se trata de compartir el vínculo que nos debe unir a todos: el amor. Es tan importante este requisito en la vida del cristiano que el mismo Jesús lo cita como el segundo y más grande mandamiento.

Entonces, para fortalecer el vínculo con otros cristianos en la iglesia necesitamos entender que es un mandamiento y el deseo del corazón de Dios.

¿Pero cómo lograrlo? ¿Cómo amar al prójimo, en especial el que está sentado a mi lado en la iglesia? Empieza por amarte a ti, por entender que Dios te atrajo y amó tal como eres. Aplica el mismo principio con los demás. Enfócate en lo que tienen en común. Es posible que tengan muy poco en común a nivel vida, experiencia, estatus, pero si está en tu iglesia es tu hermano en Cristo. Tiene algo muy importante en común: ¡fueron salvos por gracia!

PARA FORTALECER EL VÍNCULO CON OTROS CRISTIANOS EN LA IGLESIA…

Involúcrate

Es importante compartir tiempo con los hermanos de la Iglesia para conocerlos más. Al compartir descubrirás las cosas que los unen.

Por ejemplo, es muy probable que compartan amor por los niños si sirven en la escuela dominical. Puedes palpar la pasión de otros miembro de la Iglesia por los jóvenes, si sirven en un evento de alcance juvenil. Si te involucras en el equipo de intersección, encontrarás personas que aman la oración y aman a la gente al punto de ponerse en la brecha por ellos. Conocer el amor, pasión y sentir de una persona será más fácil cuando sirves con ellos, cuando te involucras.

Participa en grupos pequeños

Crear o participar en los grupos pequeños, grupos de vida, o células —como se les llame en tu iglesia— es otra forma de desarrollar amistades y vínculos más fuertes con otros cristianos en la iglesia. En estos grupos se presenta la oportunidad de estudiar la Biblia, y de discutir temas importantes de la fe que unen de forma mucho más personal.

Si no te sientes listo para dirigir un grupo pequeño tú mismo, simplemente únete a uno y empieza a disfrutar de la cercanía de los hermanos y el sentimiento familiar que se forja en ellos. Tendrás un equipo a tu favor, gente que se preocupa por ti y te conoce. Antes de darte cuenta estarás fortaleciendo vínculos que muchos veces duran toda la vida. Será tu familia en la fe.

¡Sé amigo!

La Palabra de Dios nos dice en Proverbios:

«El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; y amigo hay más unido que un hermano» (Proverbios 18:24 RVR1960).

En definitiva, si deseas fortalecer el vínculo con los hermanos de la iglesia tendrás que abrirte y ser amigo. Mostrar, expresar y participar intencionalmente en la vida de los demás a la vez que permites que los demás también interactúen en la tuya.

No será fácil, tendrás que ser transparente y hacerte vulnerable. Pero algunas de las relaciones que ganarás durarán toda la vida. Estarán presentes en tus momentos difíciles, orarán por ti y contigo, levantarán tus brazos cuando se caigan y te motivarán a seguir cuando desmayes. También en los momentos de celebración estarán presentes, aplaudiendo tu alegría porque saben cuánto lloraste para lograr tus triunfos y cuánto confiaste en Dios.

Ellos darán sentido a tu vida en comunidad. Y te recordarán porque Dios nos hizo seres relacionales. Hay una gran riqueza en la comunidad, tanto que la Biblia nos recuerda que «mejores son dos que uno».

«Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante» (Eclesiastés 4:9-12 RVR1960).

No desaproveches el regalo de los hermanos en la iglesia. Fortalece los vínculos y empieza a disfrutar de la gran familia de la fe. Es un regalo de Dios.