Cómo ser libres de una conciencia perturbadaMuestra
Algunos profesan creer en Cristo y en su evangelio, pero no tienen paz ni consuelo. De hecho puede que estén más afligidos que los propios inconversos. ¿Cuál es la razón? ¡El pecado volvió a su antigua casa! Los tesoros eternos y la prosperidad espiritual, tal como la paz y la armonía no permanecen en una casa donde Dios ya no sea bienvenido: “Si el hogar se lo merece, que la paz de ustedes reine en él; y si no, que la paz se vaya…”, Mateo 10:13 (NVI). Dios promete paz: “… El SEÑOR bendice a su pueblo con la paz”, Salmo 29:11 (NVI). Pero después aclara cuál es la condición: “… Él da… paz a su pueblo fiel…”, Salmo 85:8 (NTV). En definitiva, la bendición de la paz se recibe por la fe, pero se conserva por medio de la obediencia. “Que la paz y la misericordia de Dios sean con todos los que viven según ese principio…”, Gálatas 6:16 (NTV). ¿A qué principio se refiere? A la obediencia. No basta con que una persona sea una nueva criatura; debe andar según el principio de la obediencia. Es bíblicamente seguro que aquel que nos manda “que se aparten de cualquier hermano que lleve una conducta indisciplinada…” (2ª Tesalonicenses 3:6, DHH), apartará su consuelo de los desobedientes. En cuanto nos apartamos de su santo camino, el Espíritu aparta su consuelo.
Acerca de este Plan
¿Estás cansado de que tu mente esté llena de preocupaciones? ¿Buscas PAZ en medio de pensamientos que te atormentan? Puedes cambiar tu realidad de cada día en simples pasos con la ayuda del Señor.
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Nos gustaría agradecer a José Luis Cinalli - Silvia López de Cinalli por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesiadelaciudad.com.ar