¿Quién se queda con la ofrenda?Muestra
La ofrenda es una bendición para el que la da. Pablo llama a la “ofrenda bendición” (2ª Corintios 9:5, NBLH) porque es “obra de gracia” (2ª Corintios 8:6) y gracia es favor de Dios. En otras palabras, ¡la ofrenda es un regalo de Dios para nosotros! ¡Es una bendición bendecir a otros! “Hay quienes reparten, y les es añadido más; y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza. El alma generosa será prosperada…”, Proverbios 11:24-25. La generosidad es recompensada en esta vida y en la venidera con la vida eterna, Mateo 19:29. “Distribuyó a manos llenas… comparten con libertad y dan generosamente a los pobres. Sus buenas acciones serán recordadas para siempre (NTV)… su prosperidad permanece para siempre”, 2ª Corintios 9:9 (Castillian). La motivación al dar no debe ser recibir. Cuidado con tentar a Dios para que nos haga ricos. Los predicadores deben tener mucho cuidado con pedir donativos a los creyentes prometiéndoles riquezas materiales en proporción a las ofrendas entregadas. La ofrenda no es ‘un negocio’ con Dios. No ofrendamos para que Dios nos bendiga sino por habernos bendecido. ¡Las ofrendas son una muestra de gratitud y devoción a Dios por su gran bondad y generosidad!
La ofrenda es una inversión. “El que siembra escasamente, escasamente también segará; y el que siembra abundantemente (con bendiciones), abundantemente (con bendiciones) también segará”, 2ª Corintios 9:6 (NBLH). La cosecha siempre es proporcional a la siembra. Si somos mezquinos a la hora de sembrar no podemos esperar otra cosa que una cosecha mezquina. Observa una cosa. Dios promete una generosa recompensa al que es generoso en el ofrendar. Dios no solo nos devuelve lo que damos o lo que necesitamos sino que nos da sobreabundantemente para que podamos realizar nuevas obras. “Dios tiene el poder de darles más bendiciones de las que necesitan para que siempre tengan lo suficiente para ustedes y también para que puedan ayudar generosamente a toda buena causa”, 2º Corintios 9:8 (PDT). “Dios… les proporcionará… buenas cosechas para que cada vez puedan dar mayores ofrendas. Sí, Dios les dará en abundancia para que puedan dar en abundancia…”, 2ª Corintios 9:10-11 (NT-BAD). Dios recompensa la generosidad ofreciendo nuevas oportunidades para dar. El propósito de la bendición es ser de bendición. Bendecidos para bendecir. ¡Dios quiere que seamos canales de bendición, no reservas de bendición!
Acerca de este Plan
¿Cómo debe ser nuestra ofrenda? ¿Por qué debo ofrendar? ¿Quién se queda con mi ofrenda? En este plan, te enseñaremos a través de las Escrituras el valor de la ofrenda.
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Nos gustaría agradecer a José Luis Cinalli - Silvia López de Cinalli por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesiadelaciudad.com.ar