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La Guerra Espiritual Para Una Vida De Intimidad Con Dios

Disciplinas Espirituales

La Transformación Del Alma

Redefiniendo El Propósito

No Os Conforméis

El Dios Que Adoramos 2

Plan De Lectura Con Christian Mael (Noviembre)

La Palabra (versión española)

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 <div class="book bkJHN">
 <div class="chapter ch8" data-usfm="JHN.8.31+JHN.8.32">
 <div class="p">31Dirigi&#233;ndose a los jud&#237;os que hab&#237;an cre&#237;do en &#233;l, dijo Jes&#250;s:</div><div class="p">&#8212;Si os manten&#233;is fieles a mi mensaje, ser&#233;is verdaderamente mis disc&#237;pulos,#15,7 (ver 2 Jn 9). 32conocer&#233;is la verdad y la verdad os har&#225; libres.#1,14.17; 14,6.17; 15,26; 17,17-19; 18,37-38; 1 Jn 1,6; 2,4; 4,6; 5,6; 2 Jn 1-4; 3 Jn 3-8.</div><div class="p"> </div>
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 <div class="book bkJAS">
 <div class="chapter ch1" data-usfm="JAS.1">
 <div class="label">1</div><div class="s1">Saludo</div><div class="p"> 1Santiago, servidor de Dios y de Jesucristo, el Se&#241;or, saluda a todos los miembros del pueblo de Dios dispersos por el mundo.#Rm 1,1; Flp 1,1; 1 Pe 1,1; 2 Pe 1,1; Jds 1.</div><div class="ms1">I. Una fe aut&#233;ntica y coherente (1,2&#8211;2,26)</div><div class="s1">Fe y sabidur&#237;a</div><div class="p"> 2Alegraos profundamente, hermanos m&#237;os, cuando os sint&#225;is cercados por toda clase de dificultades.#Rm 5,11; 1 Pe 1,6-7; 4,12-13. 3Es se&#241;al de que vuestra fe, al pasar por el crisol de la prueba, est&#225; dando frutos de perseverancia. 4Pero es preciso que la perseverancia lleve a feliz t&#233;rmino su empe&#241;o, para que se&#225;is perfectos, cabales e intachables. 5Si alguno de vosotros anda escaso de sabidur&#237;a, p&#237;dasela a Dios, que reparte a todos con largueza y sin echarlo en cara, y &#233;l se la dar&#225;.#3,13; Pr 2,3-6. 6Pero debe pedirla confiadamente, sin dudar, pues quien duda se parece a las olas del mar, que van y vienen agitadas por el viento.#Mt 7,7; 21,21-22; Mc 11,24. 7Nada puede esperar de Dios una persona as&#237;, 8indecisa e inconstante en todo cuanto emprende.</div><div class="s1">Pobreza y riqueza ante Dios</div><div class="p"> 9El hermano de humilde condici&#243;n debe sentirse orgulloso de su dignidad.#1 Co 1,26-29 (ver 2,1-7; 1 Co 11,21-22). 10El rico, en cambio, que se precie de ser humilde, pues se desvanecer&#225; como la flor de la hierba.#Is 40,6-8; Sal 102,4.11; 1 Pe 1,24. 11En efecto, del mismo modo que, al calentar el sol con toda su fuerza, se seca la hierba y cae al suelo su flor, quedando en nada toda su hermosa apariencia, as&#237; fenecer&#225;n las empresas del rico.</div><div class="s1">En medio de la prueba</div><div class="p"> 12Dichoso quien resiste la prueba pues, una vez acrisolado, recibir&#225; como corona la vida que el Se&#241;or ha prometido a quienes lo aman.#1,25; 5,11; Mt 5,3-12; Lc 6,20-23; 11,27-28; 12,37-38. 13Nadie acosado por la tentaci&#243;n tiene derecho a decir: &#171;Es Dios quien me pone en trance de caer&#187;. Dios est&#225; fuera del alcance del mal, y &#233;l tampoco instiga a nadie al mal. 14Cada uno es puesto a prueba por su propia pasi&#243;n desordenada, que lo arrastra y lo seduce.#Rm 7,7-8; 1 Jn 2,16-17. 15Semejante pasi&#243;n concibe y da a luz al pecado; y este, una vez cometido, origina la muerte.#5,20; Rm 5,12; 6,23; 7,13.</div><div class="p"> 16Hermanos m&#237;os queridos, no os enga&#241;&#233;is. 17Todo beneficio y todo don perfecto bajan de lo alto, del creador de la luz, en quien no hay cambios ni per&#237;odos de sombra.#Gn 1,3.14-18; 1 Jn 1,5. 18&#201;l, por su libre voluntad, nos engendr&#243; mediante la palabra de la verdad para que seamos como primeros frutos entre sus criaturas.#Jn 1,13; 1 Pe 1,23 (ver Ef 1,13; Col 1,5; 2 Tm 2,15).</div><div class="s1">La aut&#233;ntica conducta religiosa</div><div class="p"> 19Sabed, hermanos m&#237;os queridos, que es preciso ser diligentes para escuchar, parcos al hablar y remisos en airarse, 20ya que el airado no es capaz de portarse con rectitud ante Dios. 21Por tanto, renunciando a todo vicio y al mal que nos cerca por doquier, acoged d&#243;cilmente la palabra que, plantada en vosotros, es capaz de salvaros.#Rm 13,12-13; Ef 4,22; Col 3,8; 1 Pe 2,1 (ver Heb 12,1). 22Pero se trata de que pong&#225;is en pr&#225;ctica esa palabra y no simplemente que la oig&#225;is, enga&#241;&#225;ndoos a vosotros mismos.#Mt 7,21-27; Lc 11,28; Rm 2,13. 23Quien oye la palabra, pero no la pone en pr&#225;ctica, se parece a quien contempla su propio rostro en el espejo: 24se mira y, en cuanto se va, se olvida sin m&#225;s del aspecto que ten&#237;a. 25Dichoso, en cambio, quien se entrega de lleno a la meditaci&#243;n de la ley perfecta &#8212;la ley de la libertad&#8212; y no se contenta con o&#237;rla, para luego olvidarla, sino que la pone en pr&#225;ctica.#2,12 (ver Rm 8,2; Ga 2,6).</div><div class="p"> 26Si alguno se hace ilusiones de ser religioso de verdad, pero no controla su lengua, se enga&#241;a a s&#237; mismo y su religiosidad no vale para nada.#Sal 34,13; 39,1; 141,3; Pr 18,21. 27Esta es la religiosidad aut&#233;ntica e intachable a los ojos de Dios Padre: asistir a los d&#233;biles y desvalidos en sus dificultades y mantenerse incontaminado del mundo.#Is 1,11-17.23; Jr 5,28; Ez 22,7; Za 7,10.</div>
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