¡Levántate! 7 Claves Para Levantarte Y Seguir.

La Gracia. 7 Claves Para Vivir en Plenitud.

Confiando en Los Propósitos De Dios

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 <div class="chapter ch1" data-usfm="GAL.1">
 <div class="label">1</div><div class="ms2">Introducci&#243;n (1,1-10)</div><div class="s1">Saludo</div><div class="p"> 1Pablo, ap&#243;stol no por disposici&#243;n ni intervenci&#243;n humana alguna, sino por encargo de Jesucristo y de Dios Padre que lo resucit&#243; de la muerte,#Hch 20,24; Rm 1,1; 1 Co 1,1. 2junto con todos los hermanos que est&#225;n conmigo, a las iglesias de Galacia. 3Que Dios Padre y Jesucristo, el Se&#241;or, os concedan gracia y paz. 4Jesucristo ha entregado su vida por nuestros pecados y nos ha liberado de esta era infestada de maldad, conforme a lo dispuesto por Dios nuestro Padre,#2,20; 1 Tm 2,6; Tt 2,14; Hch 2,40; 1 Jn 5,19. 5a quien pertenece la gloria por siempre. Am&#233;n.</div><div class="s1">Solo hay un mensaje de salvaci&#243;n</div><div class="p"> 6&#161;No salgo de mi asombro! &#161;Hay que ver con qu&#233; rapidez hab&#233;is desertado de aquel que os llam&#243; mediante la gracia de Cristo y os hab&#233;is pasado a otro evangelio!#1,15; 5,8; Rm 1,6. 7&#191;Qu&#233; digo otro? Lo que pasa es que algunos os desconciertan intentando deformar el evangelio de Cristo. 8Pero sea quien sea &#8212;yo mismo o incluso un &#225;ngel venido del cielo&#8212; el que os anuncie un evangelio diferente del que yo os anunci&#233;, &#161;caiga sobre &#233;l la maldici&#243;n!#2 Co 11,4. 9Os lo dije en otra ocasi&#243;n y os lo repito ahora: si alguien os anuncia un evangelio distinto del que hab&#233;is recibido, &#161;caiga sobre &#233;l la maldici&#243;n! 10&#191;A qui&#233;n pretendo yo ahora ganarme? &#191;A qui&#233;n busco agradar? &#191;A Dios o a la gente? Si todav&#237;a tratase de seguir agradando a la gente, no ser&#237;a siervo de Cristo.</div><div class="ms1">I. Autoridad apost&#243;lica de Pablo (1,11&#8211;2,21)</div><div class="s1">La vocaci&#243;n de Pablo</div><div class="p"> 11Hermanos, quiero dejar bien claro que el evangelio proclamado por m&#237; no es ninguna invenci&#243;n humana. 12Ni lo recib&#237; ni lo aprend&#237; de nadie. Es Jesucristo mismo quien me lo ha revelado. 13Ya conoc&#233;is mi antigua conducta, cuando a&#250;n militaba en las filas del juda&#237;smo: con qu&#233; sa&#241;a persegu&#237;a a la Iglesia de Dios intentando aniquilarla.#Hch 8,3; 22,4-5; 26,9-11; 1 Co 15,9; Flp 3,6. 14Incluso sobresal&#237; dentro del juda&#237;smo por encima de muchos de mis compatriotas como fan&#225;tico defensor de las tradiciones de mis antepasados.#Hch 22,3; Flp 3,5-6. 15Pero Dios, que me hab&#237;a elegido ya desde antes de mi nacimiento, me llam&#243; por pura benevolencia#Is 49,1; Jr 1,5. 16para revelarme a su Hijo y darme el encargo de que lo anunciara a los que no son jud&#237;os. No solicit&#233; entonces ning&#250;n consejo humano;#2,7; Hch 9,3-6; 22,21; 1 Co 9,1. 17ni siquiera fui a Jerusal&#233;n para hablar con quienes eran ap&#243;stoles antes que yo, sino que me fui a la regi&#243;n de Arabia, de donde volv&#237; otra vez a Damasco. 18Tres a&#241;os m&#225;s tarde, fui a Jerusal&#233;n para conocer a Pedro y estuve con &#233;l quince d&#237;as.#Hch 9,26-30. 19A ning&#250;n otro ap&#243;stol vi, aparte de Santiago, el hermano del Se&#241;or. 20Dios es testigo de que no miento en nada de lo que os escribo. 21Despu&#233;s fui a las regiones de Siria y Cilicia.#Hch 9,20. 22A todo esto, las iglesias cristianas de Judea segu&#237;an sin conocerme en persona. 23&#218;nicamente hab&#237;an o&#237;do decir: &#171;El que en otro tiempo nos persegu&#237;a, ahora anuncia la fe que antes pretend&#237;a aniquilar&#187;. 24Y alababan a Dios por causa m&#237;a.</div>
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 <div class="chapter ch2" data-usfm="GAL.2">
 <div class="label">2</div><div class="s1">Pablo y los otros ap&#243;stoles</div><div class="p"> 1Al cabo de catorce a&#241;os volv&#237; a Jerusal&#233;n junto con Bernab&#233;. Me acompa&#241;aba tambi&#233;n Tito.#Hch 4,36; 2 Co 2,13. 2Fui all&#225; a impulsos de una revelaci&#243;n divina, y en privado comuniqu&#233; a los dirigentes principales el evangelio que anuncio entre los no jud&#237;os. Lo hice para que no resultara que tanto ahora como antes estuviera afan&#225;ndome in&#250;tilmente. 3Pues bien, ni siquiera Tito, mi acompa&#241;ante, que no era jud&#237;o, fue obligado a circuncidarse. 4[El problema lo crearon] esos intrusos, esos falsos hermanos que se infiltraron entre nosotros con la intenci&#243;n de arrebatarnos la libertad que tenemos en Cristo Jes&#250;s y hacer de nosotros unos esclavos. 5Mas ni por un instante me doblegu&#233; a sus pretensiones; era preciso que la verdad del evangelio se mantuviera intacta entre vosotros.#2,14; 5,7; Ef 1,13. 6En cuanto a los que eran tenidos por dirigentes &#8212;no me interesa lo que cada uno de ellos fuera antes, pues Dios no se fija en las apariencias&#8212;, esos dirigentes, digo, nada adicional me impusieron.#Dt 10,17; Hch 10,34; Rm 2,11; Ef 6,9; Col 3,25; 1 Pe 1,17. 7Al contrario, ellos vieron que Dios me hab&#237;a confiado la misi&#243;n de proclamar el evangelio a los no jud&#237;os, as&#237; como a Pedro le hab&#237;a confiado la de proclamarlo a los jud&#237;os.#1,16; Hch 9,15; Rm 1,5-6; 15,15-19. 8El mismo Dios que ha hecho a Pedro ap&#243;stol para los jud&#237;os, me ha hecho a m&#237; ap&#243;stol para los no jud&#237;os. 9As&#237; que Santiago, Pedro y Juan, considerados como columnas de la Iglesia, reconocieron que Dios me hab&#237;a confiado esta misi&#243;n, y nos tendieron la mano a Bernab&#233; y a m&#237; en se&#241;al de acuerdo: ellos ir&#237;an a los jud&#237;os y nosotros a los no jud&#237;os. 10&#218;nicamente nos pidieron que nos acord&#225;semos de ayudar a los pobres, cosa que he procurado cumplir con todo esmero.#ver Hch 11,29-30.</div><div class="s1">Enfrentamiento con Pedro en Antioqu&#237;a</div><div class="p"> 11Pero cuando Pedro vino a Antioqu&#237;a, me encar&#233; abiertamente con &#233;l, porque no proced&#237;a como es debido. 12El caso es que al principio no ten&#237;a reparo en comer con los no jud&#237;os. Pero llegaron algunos pertenecientes al c&#237;rculo de Santiago, y entonces Pedro comenz&#243; a distanciarse y a evitar el trato con los no jud&#237;os, como si tuviera miedo a los partidarios de la circuncisi&#243;n.#Hch 10,28; 11,3. 13Semejante actitud de fingimiento arrastr&#243; tras s&#237; a los dem&#225;s jud&#237;os e incluso al mismo Bernab&#233;. 14Viendo, pues, que su proceder no se ajustaba a la verdad del evangelio, ech&#233; en cara a Pedro delante de todos: &#171;T&#250;, que eres jud&#237;o, te has comportado como si no lo fueras adapt&#225;ndote a los no jud&#237;os; &#191;c&#243;mo quieres ahora obligar a los no jud&#237;os a comportarse como jud&#237;os?&#187;.</div><div class="s1">Pablo resume su evangelio</div><div class="p"> 15Nosotros somos jud&#237;os de nacimiento, no pecadores venidos del paganismo. 16Estamos convencidos, sin embargo, de que Dios justifica#2,16: justifica: Con este vocablo se ha traducido en este pasaje, y en general en toda la carta, los t&#233;rminos griegos dikaio, dikaiosine, que aparecen varias veces en este pasaje y en el cap. siguiente (2,16-17.21 y 3,6.8.11.21). Unos t&#233;rminos que, seg&#250;n se explica en la nota a Rm 1,17, deben entenderse no en el &#225;mbito de la justicia vindicativa, sino en el &#225;mbito de la salvaci&#243;n. Por ello, otra posible traducci&#243;n: absuelto de culpa y restablecido en la amistad con Dios. al ser humano por medio de la fe en Jesucristo y no por el mero cumplimiento de la ley. As&#237; que hemos puesto nuestra fe en Cristo Jes&#250;s, a fin de que Dios nos justifique por medio de esa fe y no por cumplir la ley. Pues, por el mero cumplimiento de la ley, nadie ser&#225; justificado.#3,11; Rm 1,17; 3,20.28; 4,5; 9,30; 11,6. 17Por otra parte, si, al buscar que Cristo nos justifique, nosotros resultamos ser pecadores, &#191;significar&#225; esto que Cristo est&#225; al servicio del pecado? &#161;De ning&#250;n modo! 18Lo que s&#237; es cierto es que si lo que un d&#237;a demol&#237;, ahora lo reconstruyo, estoy con ello demostrando que entonces fui culpable. 19Fue la misma ley la que me condujo a romper con ella a fin de vivir para Dios, crucificado juntamente con Cristo.#6,14; Rm 6,10-11; 7,4-6. 20Ya no soy yo quien vive; es Cristo quien vive en m&#237;. Mi vida en este mundo consiste en creer en el Hijo de Dios que me am&#243; y se entreg&#243; por m&#237;.#1,4; Jn 13,1; 17,23; 1 Jn 3,16. 21No quiero hacer in&#250;til la bondad de Dios; ahora bien, si la justificaci&#243;n fuera por medio de la ley, Cristo habr&#237;a muerto in&#250;tilmente.</div>
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