Autocompasión

¿Alguna vez te sientes invisible? Sí. Más de lo que quisiera admitir, con frecuencia me siento invisible — y no como una especie de super héroe. Como cristiano soltero, no importa lo duro que trate de luchar contra ello, muchas veces me pregunto si alguien me nota, incluso en la iglesia. Cada vez que me meto en esa depresión donde me siento olvidado y solo, me detengo y pienso en Agar. La historia de Agar es interesante. Ella es la mujer que quedó embarazada del hijo de Abraham cuando se cansó de esperar a que el plan de Dios se le revelara. Las cosas se complicaron rápidamente y Agar pronto fue echada de su hogar. Quebrantada y sola, Agar se encontró junto a una fuente de agua en el desierto. Mientras se sentaba junto al pozo sintiéndose invisible y abatida, Dios se reveló. Dios vio a Agar y le habló gentilmente. Él derramó Su amor sobre ella cuando más lo necesitaba. Dios comprendió su dolor y simpatizó con su situación. Entonces Dios la colmó de promesas para un futuro lleno de esperanza. Agar estaba tan conmovida por el amor de Dios que nombró el pozo donde estaba “Beer Lahai Roi“, que significa "Pozo del Viviente que me ve". Tal vez ahora te sientes invisible. Quizás te sientes olvidado. No tienes que recurrir a la autocompasión. Hay un Dios que te ve. Él te conoce por tu nombre y Él sabe donde encontrarte en tu quebrantamiento. Y lo mejor de todo, Él nunca te dejará ir. 

Preguntas: 

¿Cuándo te sientes más invisible y olvidado? ¿De qué manera el saber que el Señor te ve te da valor para prosperar hoy?