Versículos más leídos de la Biblia Marcos 9

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Jesús le dijo: ―¿Cómo que si puedo? Para el que cree, todo es posible.

―¡Sí, creo! —dijo de inmediato el padre del muchacho—. ¡Ayúdame en mi poca fe!

Cuando Jesús entró en casa, sus discípulos le preguntaron en privado: ―¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera? ―Esta clase de demonios solo puede ser echada fuera a fuerza de oración —respondió Jesús.

»La sal es buena, pero, si pierde su sabor, ¿cómo lo recobrará? Que no falte la sal entre ustedes, y vivan en paz unos con otros».

―El que recibe en mi nombre a un niño como este me recibe a mí. Y el que me recibe a mí no solo me recibe a mí, sino al que me envió.

Les aseguro que cualquiera que les dé un vaso de agua en mi nombre por ser ustedes de Cristo no perderá su recompensa.

»Pero, si alguien hace pecar a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le ataran al cuello una piedra de molino y lo arrojaran al mar.

Y, si tu ojo te hace pecar, sácatelo. Más te vale entrar tuerto en el reino de Dios que ser echado con los dos ojos al infierno