Después llegará el rey del norte y sitiará una ciudad fortificada y la conquistará. Las mejores tropas del sur no podrán hacer frente al ataque.
»El rey del norte avanzará sin oposición; nadie podrá contenerlo. Se detendrá en la gloriosa tierra de Israel decidido a destruirla. Hará planes para avanzar con la fuerza de su reino y formará una alianza con el rey del sur. Le dará en matrimonio a su hija, con la intención de derrotar al reino desde adentro, pero su plan fracasará.
»Después, dirigirá su atención a la región de la costa y conquistará muchas ciudades. Sin embargo, un comandante de otra tierra pondrá fin a su insolencia y lo hará retirarse avergonzado. Se refugiará en sus propias fortalezas pero tropezará y caerá y no se le verá más.
»El sucesor del rey enviará a un cobrador de impuestos para mantener el esplendor del reino, pero morirá al cabo de un breve reinado, aunque no como resultado del enojo ni en batalla.
»El siguiente en subir al poder será un hombre despreciable, quien no está en la línea de sucesión al trono. Cuando menos lo esperen, tomará el control del reino, mediante adulación e intrigas. Arrasará a los grandes ejércitos que se le opongan, incluido un príncipe del pacto. Formará diversas alianzas mediante promesas engañosas. Se volverá fuerte, a pesar de tener solo un puñado de seguidores. De improviso, invadirá los lugares más ricos del territorio. Luego repartirá entre sus seguidores el botín y las fortunas de los ricos, algo que sus antecesores nunca habían hecho. Hará planes para conquistar las ciudades fortificadas, pero esto durará poco tiempo.
»Entonces se armará de valor y levantará un gran ejército en contra del rey del sur. Saldrá a la batalla con un ejército poderoso, pero será en vano, porque habrá intrigas en su contra. Los de su propia casa causarán su derrota. Su ejército será arrasado y muchos morirán. Entonces sin otro propósito que dañarse el uno al otro, estos reyes se sentarán a la mesa de negociaciones y conspirarán el uno contra el otro con el propósito de engañarse mutuamente; pero esto no cambiará nada, porque el fin llegará a la hora señalada.
»El rey del norte, entonces, regresará a su territorio con muchas riquezas. En su camino se pondrá en contra del pueblo del pacto sagrado y causará mucho daño antes de seguir su viaje.
»Después, a la hora señalada, volverá a invadir el sur, pero esta vez el resultado será diferente. Pues lo espantarán barcos de guerra de las costas del occidente; se retirará y volverá a su territorio. Sin embargo, descargará su enojo contra el pueblo del pacto sagrado y premiará a los que abandonen el pacto.
»Su ejército se apoderará de la fortaleza del templo, contaminará el santuario, pondrá fin a los sacrificios diarios y colocará el objeto sacrílego que causa profanación. Capturará con adulaciones a quienes desobedecen el pacto. Sin embargo, el pueblo que conoce a su Dios se mantendrá fuerte y lo resistirá.
»Los líderes sabios instruirán a muchos, pero esos maestros morirán por fuego y espada o los encarcelarán y les robarán. Durante estas persecuciones, recibirán poca ayuda y muchos de los que se unan a ellos no serán sinceros. Algunos de los sabios serán víctimas de la persecución. De esa manera ellos se perfeccionarán, se limpiarán y se refinarán hasta que llegue el tiempo del fin, porque la hora señalada todavía está por venir.
»El rey hará lo que le venga en gana, se exaltará a sí mismo y afirmará ser más grande que todos los dioses, incluso blasfemará contra el Dios de dioses. El éxito lo acompañará, pero solo hasta que se cumpla el tiempo de la ira, pues lo que se ha establecido, sin lugar a dudas, ocurrirá.