Declárame inocente, oh SEÑOR, porque he actuado con integridad; he confiado en el SEÑOR sin vacilar. Ponme a prueba, SEÑOR, e interrógame; examina mis intenciones y mi corazón. Pues siempre estoy consciente de tu amor inagotable, y he vivido de acuerdo con tu verdad. No paso tiempo con mentirosos ni ando con hipócritas. Detesto las reuniones de los que hacen el mal y me niego a juntarme con los perversos. Me lavo las manos para declarar mi inocencia. Vengo ante tu altar, oh SEÑOR, entonando un cántico de gratitud, y contando de todas tus maravillas. Amo tu santuario, SEÑOR, el lugar donde habita tu gloriosa presencia. No permitas que sufra el destino de los pecadores ni me condenes junto con los asesinos. Tienen las manos sucias de maquinaciones malignas y constantemente aceptan sobornos. Pero yo no soy así; llevo una vida intachable. Por eso, rescátame y muéstrame tu misericordia. Ahora piso tierra firme, y en público alabaré al SEÑOR.
Leer Salmos 26
Escuchar Salmos 26
Compartir
Comparar todas las versiones: Salmos 26:1-12
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos