En el segundo año de Asá, rey de Judá, Nadab, hijo de Jeroboán, comenzó a reinar en Israel y reinó allí dos años. Pero Nadab hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, pues siguió el mal ejemplo de su padre, persistiendo en el mismo pecado con que este hizo pecar a Israel.
Basá, hijo de Ahías, de la tribu de Isacar, conspiró contra Nadab y lo derrotó en la ciudad filistea de Guibetón, a la que Nadab y todo Israel tenían sitiada. En el tercer año de Asá, rey de Judá, Basá mató a Nadab y lo sucedió en el trono.
Tan pronto como comenzó a reinar, Basá mató a toda la familia de Jeroboán. No dejó vivo a ninguno de sus descendientes, sino que los eliminó a todos, según la palabra que el SEÑOR dio a conocer por medio de su siervo Ahías el silonita. Esto sucedió a raíz de los pecados que Jeroboán cometió e hizo cometer a los israelitas, con lo que provocó la ira del SEÑOR, Dios de Israel.
Los demás acontecimientos del reinado de Nadab y todo lo que hizo, están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel. Durante los reinados de Asá, rey de Judá, y Basá, rey de Israel, hubo guerra entre ellos.
En el tercer año de Asá, rey de Judá, Basá, hijo de Ahías, comenzó a reinar y durante veinticuatro años reinó en Tirsá sobre todo Israel. Basá hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, pues siguió el ejemplo de Jeroboán, persistiendo en el mismo pecado con que este hizo pecar a Israel.