Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Ezequiel 36:1-21

Ezequiel 36:1-21 NVI

»Tú, hijo de hombre, profetiza a los montes de Israel y diles: “Montes de Israel, escuchen la palabra del SEÑOR. Así dice el SEÑOR y Dios: El enemigo se ha burlado de ustedes diciendo: ‘Las antiguas montañas ya son nuestras’ ”. Por eso, profetiza y adviérteles que así dice el SEÑOR y Dios: “A ustedes los han asolado y arrasado por todas partes. Se han convertido en posesión del resto de las naciones y además han sido objeto de burla y de insultos de la gente. Por eso, montes de Israel, escuchen la palabra del SEÑOR y Dios. Así habla el SEÑOR y Dios a los montes y a las colinas, a los canales de los ríos y a los valles, a las ruinas desoladas y a los pueblos deshabitados, saqueados y escarnecidos por los pueblos vecinos. Esto dice el SEÑOR y Dios: En el ardor de mi celo me he pronunciado contra el resto de las naciones y contra todo Edom, porque con mucha alegría y malicia en su corazón se han apoderado de mi tierra para destruirla y saquearla”. Por eso, profetiza acerca de la tierra de Israel. Adviérteles a los montes y a las colinas, a los canales de los ríos y a los valles, que así dice el SEÑOR y Dios: “En mi celo y en mi furor he hablado, porque ustedes han sufrido la deshonra de las naciones. Por eso, así dice el SEÑOR y Dios: Juro solemnemente con la mano en alto que las naciones vecinas también sufrirán su propia deshonra. »”Ustedes, en cambio, montes de Israel, echarán ramas y producirán frutos para mi pueblo Israel, porque pronto volverán a casa. Yo estoy preocupado por ustedes y los voy a proteger. Ustedes, los montes, volverán a ser sembrados y cultivados; multiplicaré al pueblo de Israel. Las ciudades serán repobladas y reconstruidas las ruinas. Haré que tanto los hombres como los animales se multipliquen; serán fecundos y numerosos. Los poblaré como en tiempos pasados y los haré prosperar más que antes. Entonces sabrán que yo soy el SEÑOR. Haré que mi pueblo Israel transite por el territorio de ustedes. Él te poseerá y tú serás parte de su herencia; nunca más los privarás de sus hijos. »”Así dice el SEÑOR y Dios: Por cuanto te han dicho que devoras a la gente y dejas sin hijos a tu propio pueblo, el SEÑOR y Dios afirma: Ya no devorarás más a la gente ni dejarás sin hijos a tu pueblo. Nunca más te haré oír el ultraje de las naciones; no tendrás que volver a soportar los insultos de los pueblos, ni serás causa de tropiezo para tu nación, afirma el SEÑOR y Dios”». La palabra del SEÑOR vino a mí otra vez y me dijo: «Hijo de hombre, cuando los israelitas habitaban en su propia tierra, ellos mismos la contaminaron con su conducta y sus acciones. Su conducta ante mí era semejante a la impureza de una mujer en sus días de menstruación. Por eso, por haber derramado tanta sangre sobre la tierra y por haberla contaminado con sus ídolos, desaté mi furor contra ellos. Los dispersé entre las naciones y quedaron esparcidos entre diversos pueblos. Los juzgué según su conducta y sus acciones. Pero al llegar a las distintas naciones, ellos profanaban mi santo nombre, pues se decía de ellos: “Son el pueblo del SEÑOR, pero han tenido que abandonar su tierra”. Así que tuve que defender mi santo nombre, el cual los israelitas profanaban entre las naciones por donde iban.

Video de Ezequiel 36:1-21