SEÑOR, mi corazón no es orgulloso ni son altivos mis ojos; no busco grandezas desmedidas ni proezas que excedan a mis fuerzas. Todo lo contrario: he calmado y aquietado mis ansias. Soy como un niño recién amamantado en el regazo de su madre. ¡Sí, como un niño recién amamantado soy!
Leer Salmo 131
Escuchar a Salmo 131
Compartir
Comparar todas las versiones: Salmo 131:1-2
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos