Salmos 131:1-2
Salmos 131:1-2 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
SEÑOR, mi corazón no es orgulloso ni son altivos mis ojos; no busco grandezas desmedidas ni proezas que excedan a mis fuerzas. Todo lo contrario: he calmado y aquietado mis ansias. Soy como un niño recién amamantado en el regazo de su madre. ¡Sí, como un niño recién amamantado soy!
Salmos 131:1-2 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
1 (1b) Dios mío, yo no me creo más que nadie, ni miro a nadie con desprecio; no hago alardes de grandeza, ni pretendo hacer grandes maravillas, pues no podría llevarlas a cabo. Más bien, me he calmado; me he tranquilizado como se tranquiliza un niño cuando su madre le da el pecho. ¡Estoy tranquilo como un niño después de haber tomado el pecho!
Salmos 131:1-2 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Señor, mi corazón no es vanidoso, ni son altaneros mis ojos; no busco realizar grandes proezas, ni hazañas que excedan a mis fuerzas. Me porto con mesura y en sosiego, como un niño recién amamantado; ¡soy como un niño recién amamantado, que está en brazos de su madre!
Salmos 131:1-2 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
1 (1b) Señor, no es orgulloso mi corazón, ni son altaneros mis ojos, ni voy tras cosas grandes y extraordinarias que están fuera de mi alcance. Al contrario, estoy callado y tranquilo, como un niño recién amamantado que está en brazos de su madre. ¡Soy como un niño recién amamantado!
Salmos 131:1-2 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Jehová, no se ha envanecido mi corazón, ni mis ojos se enaltecieron; Ni anduve en grandezas, Ni en cosas demasiado sublimes para mí. En verdad que me he comportado y he acallado mi alma Como un niño destetado de su madre; Como un niño destetado está mi alma.
Salmos 131:1-2 La Biblia de las Américas (LBLA)
Señor, mi corazón no es soberbio, ni mis ojos altivos; no ando tras las grandezas, ni en cosas demasiado difíciles para mí; sino que he calmado y acallado mi alma; como niño destetado en el regazo de su madre, como niño destetado reposa en mí mi alma.
Salmos 131:1-2 Nueva Traducción Viviente (NTV)
SEÑOR, mi corazón no es orgulloso; mis ojos no son altivos. No me intereso en cuestiones demasiado grandes o impresionantes que no puedo asimilar. En cambio, me he calmado y aquietado, como un niño destetado que ya no llora por la leche de su madre. Sí, tal como un niño destetado es mi alma en mi interior.