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Salmo 46:2-7

Salmo 46:2-7 NVI

Por eso, no temeremos aunque se desmorone la tierra y las montañas se hundan en el fondo del mar; aunque rujan y se encrespen sus aguas, y ante su furia retiemblen los montes. Selah Hay un río cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios, la santa habitación del Altísimo. Dios está en ella, la ciudad no caerá; al rayar el alba Dios le brindará su ayuda. Se agitan las naciones, los reinos caen; Dios deja oír su voz, y la tierra se derrumba. El SEÑOR de los Ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah