Salmos 46:2-7
Salmos 46:2-7 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Por eso, no temeremos aunque se desmorone la tierra y las montañas se hundan en el fondo del mar; aunque rujan y se encrespen sus aguas, y ante su furia retiemblen los montes. Selah Hay un río cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios, la santa habitación del Altísimo. Dios está en ella, la ciudad no caerá; al rayar el alba Dios le brindará su ayuda. Se agitan las naciones, los reinos caen; Dios deja oír su voz, y la tierra se derrumba. El SEÑOR de los Ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah
Salmos 46:2-7 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
2-3 (3-4) Aunque tiemble la tierra y se hundan las montañas hasta el fondo del mar; aunque se levanten grandes olas y sacudan los cerros con violencia, ¡no tendremos miedo! 4 (5) Un río alegra a los que viven en la ciudad de Dios; sus arroyos llenan de alegría el templo del Dios altísimo. 5 (6) La ciudad de Dios jamás caerá porque Dios habita en ella; Dios mismo vendrá en su ayuda al comenzar el día. 6 (7) Cuando Dios deja oír su voz, se asustan las naciones, se tambalean los reinos y se estremece la tierra. 7 (8) Con nosotros está el Dios del universo; él es Dios de nuestro pueblo, ¡él es nuestro refugio!
Salmos 46:2-7 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Por eso no tenemos ningún temor. Aunque la tierra se estremezca, y los montes se hundan en el fondo del mar; aunque sus aguas bramen y se agiten, y los montes tiemblen ante su furia. Los afluentes del río alegran la ciudad de Dios, el santuario donde habita el Altísimo. Dios está en medio de la ciudad; por eso, la ciudad no será conmovida; ya en la mañana Dios le brinda su ayuda. Braman las naciones, se tambalean los reinos, pero Dios habla y la tierra se derrite. ¡Con nosotros está el Señor de los ejércitos! ¡Nuestro refugio es el Dios de Jacob!
Salmos 46:2-7 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
2 (3) Por eso no tendremos miedo, aunque se deshaga la tierra, aunque se hundan los montes en el fondo del mar, 3 (4) aunque ruja el mar y se agiten sus olas, aunque tiemblen los montes a causa de su furia. 4 (5) Un río alegra con sus brazos la ciudad de Dios, la más santa de las ciudades del Altísimo. 5 (6) Dios está en medio de ella, y la sostendrá; Dios la ayudará al comenzar el día. 6 (7) Las naciones rugen, los reinos tiemblan, la tierra se deshace cuando él deja oír su voz. 7 (8) ¡El Señor todopoderoso está con nosotros! ¡El Dios de Jacob es nuestro refugio!
Salmos 46:2-7 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen los montes al corazón del mar; Aunque bramen y se turben sus aguas, Y tiemblen los montes a causa de su braveza. Selah Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios, El santuario de las moradas del Altísimo. Dios está en medio de ella; no será conmovida. Dios la ayudará al clarear la mañana. Bramaron las naciones, titubearon los reinos; Dio él su voz, se derritió la tierra. Jehová de los ejércitos está con nosotros; Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah
Salmos 46:2-7 La Biblia de las Américas (LBLA)
Por tanto, no temeremos aunque la tierra sufra cambios, y aunque los montes se deslicen al fondo de los mares; aunque bramen y se agiten sus aguas, aunque tiemblen los montes con creciente enojo. (Selah ) ¶Hay un río cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios, las moradas santas del Altísimo. Dios está en medio de ella, no será sacudida; Dios la ayudará al romper el alba. Bramaron las naciones, se tambalearon los reinos; dio Él su voz, y la tierra se derritió. El SEÑOR de los ejércitos está con nosotros; nuestro baluarte es el Dios de Jacob. (Selah)
Salmos 46:2-7 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Por lo tanto, no temeremos cuando vengan terremotos y las montañas se derrumben en el mar. ¡Que rujan los océanos y hagan espuma! ¡Que tiemblen las montañas mientras suben las aguas! Interludio Un río trae gozo a la ciudad de nuestro Dios, el hogar sagrado del Altísimo. Dios habita en esa ciudad; no puede ser destruida. En cuanto despunte el día, Dios la protegerá. ¡Las naciones se encuentran en un caos, y sus reinos se desmoronan! ¡La voz de Dios truena, y la tierra se derrite! El SEÑOR de los Ejércitos Celestiales está entre nosotros; el Dios de Israel es nuestra fortaleza. Interludio