2 Crónicas 35
35
Josías celebra la pascua
(2 R 23.21-23)
1Josías celebró la pascua del Señor en Jerusalén a los catorce días del mes primero.
2Puso a los sacerdotes en sus respectivos oficios, y los confirmó en el ministerio del templo del Señor.
3A los levitas que enseñaban a todos los israelitas, y que estaban dedicados al Señor, les dijo:
«Ustedes no volverán a llevar sobre los hombros el arca santa. Pónganla en el templo que edificó Salomón hijo de David, rey de Israel, y sirvan ahora al Señor su Dios, y a su pueblo Israel.
4Prepárense a servir por turnos y según el orden de las familias de sus padres, tal y como lo ordenaron el rey David y su hijo Salomón.
5Quédense en el santuario, según la distribución de las familias de sus hermanos los hijos del pueblo, y según la distribución de la familia de los levitas.
6Celebren la pascua, y después de que se hayan santificado, preparen a sus hermanos para que cumplan con la palabra que el Señor nos dio por medio de Moisés.»
7Y el rey Josías dio al pueblo allí presente treinta mil ovejas, corderos y cabritos de sus propios rebaños, y tres mil bueyes, todo para la pascua.
8También sus príncipes dieron con generosidad al pueblo y a los sacerdotes y levitas. Para celebrar la pascua, Hilcías, Zacarías y Yejiel, oficiales del templo de Dios, dieron a los sacerdotes dos mil seiscientas ovejas y trescientos bueyes.
9También Conanías y sus hermanos Semaías y Natanael, y Jasabías, Yeguiel y Josabad, jefes de los levitas, dieron a los levitas cinco mil ovejas y quinientos bueyes, para los sacrificios de la pascua.
10Preparado así el servicio, los sacerdotes se colocaron en sus puestos, lo mismo que los levitas, en sus turnos y conforme al mandamiento del rey.
11Al celebrar la pascua, los sacerdotes esparcían la sangre que recibían de manos de los levitas, mientras los levitas desollaban a las víctimas.
12Luego tomaron parte del holocausto y asimismo tomaron de los bueyes, y lo repartieron según lo que les correspondía a las familias del pueblo, para que ellos ofrecieran al Señor lo que está escrito en el libro de Moisés.
13Asaron en el fuego el sacrificio de la pascua, conforme a la ordenanza, pero lo que había sido santificado lo cocieron en ollas, en calderos y sartenes, y enseguida lo repartieron entre todo el pueblo.
14Después prepararon lo que a ellos mismos y a los sacerdotes les correspondía, porque los sacerdotes, hijos de Aarón, estuvieron ocupados hasta la noche en el sacrificio de los holocaustos y de las grasas. Por lo tanto, los levitas prepararon esto para ellos mismos y para los sacerdotes hijos de Aarón.
15Los cantores hijos de Asaf estaban en su puesto, conforme al mandamiento de David, de Asaf y de Hemán, y de Jedutún, el vidente del rey. Los porteros estaban en cada puerta, y no era necesario que se apartaran de su ministerio porque sus hermanos los levitas les preparaban lo que les correspondía.
16Así fue preparado aquel día todo el servicio del Señor, para celebrar la pascua y para sacrificar los holocaustos sobre el altar del Señor, conforme al mandamiento del rey Josías.
17Ese día, y durante los siete días siguientes, los israelitas que estaban allí celebraron la pascua y la fiesta solemne de los panes sin levadura.
18Nunca antes, desde los días del profeta Samuel, fue celebrada en Israel una pascua como esta, ni ningún rey de Israel celebró una pascua como la que celebró el rey Josías con los sacerdotes y levitas, y con todo Judá e Israel, y con los que se hallaban allí, y con los habitantes de Jerusalén.
19Esta pascua se celebró en el año dieciocho del reinado de Josías.
Muerte de Josías
(2 R 23.28-30)
20Después de todo esto, y luego de que Josías había reparado el templo del Señor, el rey Necao de Egipto le presentó batalla en Carquemis, a orillas del río Éufrates. Josías salió a su encuentro,
21pero Necao envió mensajeros a decirle:
«¿Qué tengo yo que ver contigo, rey de Judá? Yo no he venido hoy a atacarte, sino que vengo contra la casa que me ha declarado la guerra. Dios me ha dicho que me apresure, así que deja de oponerte a Dios, pues él está de mi parte; no vaya a suceder que él te destruya.»
22Pero Josías no se retiró ni atendió a las palabras de Necao, que eran de parte de Dios, sino que se disfrazó para presentarle batalla, y se enfrentó a él en el campo de Meguido.
23Y como los arqueros disparaban sus flechas contra el rey Josías, este les dijo a sus siervos:
«Sáquenme de aquí, que estoy gravemente herido.»
24Sus siervos lo sacaron de aquel carro, y lo pusieron en otro carro para llevarlo a Jerusalén, donde murió. Josías fue sepultado en los sepulcros de sus padres, y todo Judá y Jerusalén hicieron duelo por él.
25En memoria de Josías, el profeta Jeremías compuso un lamento fúnebre, el cual se halla escrito en el libro de los lamentos, y hasta el día de hoy todos los cantores y cantoras recitan este lamento por Josías, que fue adoptado en Israel como el lamento oficial.
26Los demás hechos de Josías, lo mismo que sus obras piadosas conforme a lo que está escrito en la ley del Señor,
27y sus hechos, primeros y últimos, se hallan escritos en el libro de los reyes de Israel y de Judá.
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