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Ezequiel 34:2-15

Ezequiel 34:2-15 RVC

«Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza, y diles que yo, su Señor y Dios, he dicho: »“¡Ay de ustedes, los pastores de Israel, que solo cuidan de sí mismos! ¿Acaso no son los pastores los que deben cuidar de los rebaños? Ustedes se comen lo mejor, se visten con la lana, degüellan a las ovejas más engordadas, pero no cuidan de las ovejas. Ustedes no fortalecen a las ovejas débiles, ni curan a las enfermas, no vendan las heridas de las que se quiebran una pata, ni regresan las descarriadas al redil; tampoco van en busca de las que se pierden, sino que las manejan con dureza y violencia. Y las ovejas andan errantes por falta de pastor; andan dispersas y son fácil presa de todas las fieras del campo. Y así, mis ovejas andan perdidas por todos los montes y por todas las colinas. Andan esparcidas por toda la tierra, sin que nadie las busque ni pregunte por ellas.”» Por lo tanto, pastores, oigan la palabra del Señor: «A las ovejas de mi rebaño se las roban, las hacen presa de todas las fieras del campo. Andan sin pastor, y mis pastores no las cuidan ni van en busca de ellas, sino que solo cuidan de sí mismos. Por lo tanto yo, su Señor y Dios, juro, y ustedes, pastores, escuchen bien lo que les digo: “Yo, su Señor y Dios, estoy en contra de ustedes, los pastores, y voy a pedirles cuentas de mis ovejas. Ya no voy a dejarlas al cuidado de ustedes, ni tampoco ustedes van a cuidar solo de sí mismos; yo voy a librarlas de la boca de ustedes, para que no se las sigan comiendo.”» Sí, así ha dicho Dios el Señor: «Yo mismo voy a ir en busca de mis ovejas, y yo mismo las cuidaré, tal y como las cuida el pastor cuando se halla entre sus ovejas esparcidas. Yo las rescataré de todos los lugares por los que fueron esparcidas aquel día nublado y oscuro. Las sacaré de los pueblos y países donde ahora están, y las traeré a su propia tierra; las apacentaré en los montes y en las riberas de Israel, y en todos los lugares habitados del país. Las apacentaré en los mejores pastos, y pondré su aprisco en los altos montes de Israel; allí dormirán en un buen redil, y serán apacentadas en los pastos suculentos de los montes de Israel. Yo les daré a mis ovejas buenos pastos y apriscos seguros. —Palabra de Dios el Señor.

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