Hay quienes oprimen a todos
los encarcelados de la tierra,
y tuercen los derechos humanos
en presencia del Altísimo,
y aun trastornan las causas que defienden.
Pero el Señor no lo aprueba.
¿Quién puede decir que algo sucede
sin que el Señor lo ordene?
¿Acaso lo malo y lo bueno no proviene
de la boca del Altísimo?
¿Cómo podemos quejarnos,
si sufrimos por nuestros pecados?
Examinemos nuestra conducta;
busquemos al Señor y volvámonos a él.
Elevemos al Dios de los cielos
nuestras manos y nuestros corazones.
Hemos sido rebeldes y desleales,
y tú no nos perdonaste.
Lleno de ira, no nos perdonaste;
¡nos perseguiste y nos mataste!
Te envolviste en una nube
para no escuchar nuestros ruegos.
Entre los paganos hiciste de nosotros
motivo de vergüenza y de rechazo.
Todos nuestros enemigos nos tuercen la boca;
son para nosotros una trampa,
¡son motivo de temor, destrucción y quebranto!
¡Los ojos se me llenan de llanto
al ver el desastre de mi ciudad amada!
Mis ojos no dejan de llorar,
pues ya no hay remedio,
a menos que desde los cielos
el Señor se digne mirarnos.
Me llena de tristeza ver el sufrimiento
de las mujeres de mi ciudad.
Mis enemigos me acosaron sin motivo,
como si persiguieran a un ave;
me ataron y me arrojaron en un pozo,
y sobre mí pusieron una piedra;
las aguas me llegaron hasta el cuello,
y llegué a darme por muerto.
Desde el fondo de la cárcel
invoqué, Señor, tu nombre,
y tú oíste mi voz; no cerraste tus oídos
al clamor de mis suspiros;
el día que te invoqué, viniste a mí
y me dijiste: «No tengas miedo.»
Tú, Señor, me defendiste;
me salvaste la vida.
Tú, Señor, viste mi agravio
y viniste en mi defensa;
te diste cuenta de que ellos
solo pensaban en vengarse de mí.
Tú, Señor, sabes cómo me ofenden,
cómo hacen planes contra mí;
sabes que mis enemigos
a todas horas piensan hacerme daño;
¡en todo lo que hacen
soy el tema de sus burlas!
¡Dales, Señor, el pago que merecen sus acciones!
¡Déjalos en manos de su obstinación!
¡Que tu maldición caiga sobre ellos!
En tu furor, Señor, ¡persíguelos!
¡Haz que desaparezcan de este mundo!