Después de escuchar al rey, los sabios se fueron. La estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño. Al ver la estrella, se regocijaron mucho. Cuando entraron en la casa, vieron al niño con su madre María y, postrándose ante él, lo adoraron. Luego, abrieron sus tesoros y le ofrecieron oro, incienso y mirra. Pero como en sueños se les advirtió que no volvieran a donde estaba Herodes, regresaron a su tierra por otro camino. Después de que los sabios partieron, un ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allá hasta que yo te diga, porque Herodes buscará al niño para matarlo.» Cuando él despertó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto, y se quedó allá hasta la muerte de Herodes. Esto sucedió para que se cumpliera lo que dijo el Señor por medio del profeta: «De Egipto llamé a mi Hijo.» Cuando Herodes vio que los sabios lo habían engañado, se enojó mucho y, calculando el tiempo indicado por los sabios, mandó matar a todos los niños menores de dos años que vivían en Belén y en sus alrededores. Se cumplió así lo dicho por el profeta Jeremías: «Se oye una voz en Ramá; gran llanto y gemido: es Raquel, que llora a sus hijos, y no quiere ser consolada, porque ya no existen.»
Leer San Mateo 2
Compartir
Comparar todas las versiones: San Mateo 2:9-18
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos